Antonio Baró (izquierda), imputado en el 'caso Maquillaje', hoy en los juzgados donde ha declarado ante el juez. | S. Amengual

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Un imputado del caso Maquillaje que pertenece desde hace veinte años a Unió Mallorquina (UM), Antonio Baró, ha confesado ante el juez instructor de la causa que el ex consejero insular d'Economia, Miquel Àngel Flaquer, también encausado, le pidió en las elecciones de 2007 trabajar «más activamente» para la formación, a lo que accedió el declarante a cambio de un puesto de trabajo del que cobrar. Así fue como el ex consejero le envió al Consorcio de Informática Local (Cilma), donde «no pintaba nada», mientras en realidad «hacía labores de partido y captaba votos».

En su comparecencia ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, Juan Ignacio Lope Sola, que investiga dentro de esta compleja causa si UM puso en nómina de contratistas públicos a personas que realmente trabajaban para la formación, el imputado ha manifestado que su función en el Cilma, empresa dependiente del Consell, era «teclear encuestas» que le encargaba su gerente, Eugenio Losada -imputado en otro caso conocido como Voltor-. «Firmé un contrato y entré a trabajar directamente, sin estar en ninguna bolsa de trabajo», ha relatado.

«Nunca me planteé que mi trabajo nada tuviera que ver con el Consorcio de Informática», se ha sincerado el encausado, quien, defendido por el letrado Jaime Campaner, ha apuntado que cuando comunicó a Flaquer su malestar, éste le propuso ayudar en la promoción de productos mallorquines en el Consell, pese a que su nómina seguía estando vinculada con el Cilma.

Nadal le ofreció un puesto en el que "nunca trabajó"

Fue posteriormente cuando el ex vicepresidente de la Institución supramunicipal, Miquel Nadal, le ofreció un puesto de trabajo en Ambbit Digital -empresa presuntamente vinculada a UM-, en la que «nunca trabajó» ya que durante los tres meses en que estuvo contratado, cobrando mil euros, trabajó en distintas barriadas en favor de los 'uemitas'. «Cuando acabaron las elecciones pasé a depender de Nadal», ha aseverado Baró, quien ha apuntado además que «un día me dijeron que en H2O había trabajo, pero seguí trabajando para el partido».

En esta empresa estuvo contratado mes y medio y tampoco realizó labor alguna en ella, después «me fui al paro y no me han vuelto a ofrecer más trabajo». «En los últimos siete u ocho años siempre he trabajado para el partido. He estado contratado en el Cilma, Ambbit y H2O, pero siempre he trabajado para el partido», ha recalcado de forma tajante el encausado, quien ha recordado cómo por las mañanas acudía al Consell para ayudar a organizar eventos y ferias para promocionar productos mallorquines, y por las tardes y fines de semana para UM.

En relación con Ambbit y a preguntas del letrado José Zaforteza, encargado de la defensa de Nadal, Baró, que ha ejercido además de apoderado en los tres últimos comicios, ha manifestado que «es posible que firmara el contrato el mismo día que firmé las nóminas, cuando ya había estallado todo el caso» y después de que le dijesen que «había que firmar porque tenían una inspección». En cualquier caso, ha negado que le dijesen que tenía que firmar un documento para «favorecer a Nadal». «Rotundamente no», ha espetado.

Finalmente, ha manifestado al ser inquirido por su propio letrado que «pensaba que estaba trabajando para el Consell, no para una empresa privada, y tampoco le presté mucha importancia». «Nunca pensé que estuviera cometiendo ninguna irregularidad», se ha sincerado. Junto a él también han prestado declaración otros tres imputados, que también han reconocido haber estado contratados por diversas empresas mientras en realidad llevaban a cabo trabajos en beneficio del partido nacionalista.

Un imputado asegura que falsificaron su firma

«Estuve contratado por Vídeo U sin saberlo, convencido de que trabajaba para el Consell». Así de contundente se ha mostrado ante el juez un ex afiliado de UM e imputado en una pieza separada del caso Maquillaje, Carlos Casado, quien ha relatado haber estado en nómina tanto de esta productora, presuntamente vinculada a la formación nacionalista, como de la empresa Ambitt Digital, pese a no haber realizado nunca labor alguna en ellas.

Tal y como ha manifestado ante el juez, su trabajo estaba destinado a dar a conocer las actividades del Consell mediante actos y folletos, además de transmitir a los trabajadores las instrucciones del entonces director insular de Proyectos, Mateu Cañellas, quien, según su declaración, fue la persona que le entrevistó para su contratación en la Institución Insular.

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«Fue quien me dijo que tenía que hacer de puente entre él y los trabajadores», ha manifestado el encausado, quien ha explicado que recibió un par de nóminas de Ambbit pese que no le dio «importancia» ni le «extrañó» que fuera ésta la entidad pagadora ya que no sabía que era una empresa privada y «estaba convencido de que trabajaba para el Consell».

Sin embargo, fue a la finalización del contrato cuando le entregaron un sobre con todas las nóminas no firmadas y un contrato con Vídeo U con una firma «que no es la mía» y que le falsificaron, tal y como ha aseverado. «No tuve constancia de estar en Vídeo U y tampoco me fijé si me pagaba esta empresa», que de acuerdo a las investigaciones estaba controlada al cincuenta por ciento por la ex presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, y por el ex vicepresidente insular Miquel Nadal a través de sus presuntos testaferros. La empresa se benefició de más de cuatro millones de euros públicos durante la pasada legislatura mientras Nadal y Munar ocupaban sus respectivos cargos en el Consell de Mallorca.

El encausado, asistido por Patricia Pizà, ha recordado que el sobre se lo dieron en mayo de 2007, coincidiendo con las elecciones autonómicas y municipales, cuando estaba trabajando en el Consell. Asimismo, ha señalado que fue interventor en los comicios después de que Cañellas le comentase que buscaba este tipo de colaboradores.

Su vinculación con Cañellas no finalizó ahí ya que en agosto de 2007, el ya conseller de Juventud y Deportes del Govern le llamó para contratarle en Illesport, donde cobraba unos 2.000 euros, mientras que también le proporcionó un puesto de gerente administrativo del consorcio Escola Balear de l'Esport, donde trabaja en la actualidad. «Nunca he firmado ningún contrato con el Consell ni tampoco he recibido dinero alguno de la Institución», ha justificado.

Mil euros por mirar el periódico

Por otro lado, un afiliado de UM, Sebastián Pastor, ha afirmado en su declaración como imputado que cobraba unos mil euros mensuales cuando trabajaba en el Consell por «preparar invitaciones, mirar el periódico por si había alguna noticia de interés, recortarla y mandársela a Mateu Cañellas». Sin embargo, ha sido «ahora» cuando cuando ha sabido que las nóminas que le pagaron provenían de la empresa Ambitt Digital, contratista del Consell investigada en el marco de este procedimiento.

En su comparecencia, el encausado ha señalado que Cañellas, entonces director insular de Proyectos, le llamó para entrevistarle antes de entrar a trabajar en la Administración y era quien le decía el trabajo que tenía que hacer. Sin embargo, ha aseverado que «creía que estaba contratado por el Consell pero lo estaba por Ambitt, firmé mi contrato en el Consell y no leí lo que firmaba». «Me pagaron nóminas de Ambbit y es ahora cuando lo sé», se ha sincerado.

Pastor, apoderado e interventor de 2007 a 2009, ha señalado que fue al final del trabajo cuando le dieron todas las nóminas juntas para firmarlas. «Me dijeron que podía tener problemas si no las firmaba», ha recalcado en referencia a las personas que se encontraban en Ambbit cuando acudió a rubricarlas, la ex administradora de la empresa Bahía Difusión, Luisa Almiñaña, y el de Vídeo U, Miquel Oliver, ambos también imputados en la causa.

Finalmente, ha explicado que también fue contratado en Illesport gracias a un puesto que le proporcionó Cañellas, quien también le ofreció otro trabajo en la Escola Balear, en la que trabaja actualmente. Asimismo, ha puntualizado que ha ido a actos de UM y que ha colaborado pero no de forma continua mientras cobraba de estas empresas.

Por su parte, también ha prestado declaración la afiliada a la formación nacionalista entre 2005 y 2009, Margarita Belman, quien, también como imputada, ha explicado que entre julio y diciembre de 2004 estuvo contratada por el Consell, aunque en enero su nómina fue asumida por el Consorcio de Informática Local (Cilma). «Ignoro el motivo», ha asegurado, pese a que le explicaron que no podían contratarla como funcionaria interina de la Institución Insular ya que no estaba en la bolsa. «No vi nada extraño», ha espetado.

En concreto, fue el ex secretario técnico del Consell, Antoni Moragues, quien le dijo que estaría contratada en el Cilma aunque continuaría trabajando en el Consell encargándose de la contabilidad, los decretos y expedientes de subvención. Asimismo, la contrataron para Ambbit Digital, pese a que nunca realizó función alguna para esta empresa, mientras seguía acudiendo a la Institución supramunicipal. «Me extrañó que la nómina era de una empresa privada pero me dijeron que era una situación provisional», ha sentenciado.

Ya de cara a la siguiente semana será el turno, también como encausados, de María de Lluc Coll, Miquel Vives y Juan Arrom el día 29, mientras que el 30 está citado el ex director insular de Relaciones Institucionales, Josep Lliteres, al que varios testigos han apuntado como la persona que dirigió esta supuesta trama, por la que personas que realmente trabajaban para UM habrían cobrado en realidad de empresas vinculadas a esta formación y que a la vez percibían dinero público del Consell.