Antón Costas, ayer en el Club Ultima Hora. | Teresa Ayuga

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«A pesar de su gravedad, también saldremos de esta crisis aunque la economía será diferente a la que teníamos hace diez años», afirmó ayer Antón Costas, catedrático de Política Económica de la Universitat de Barcelona, durante la conferencia que pronunció en el Centre de Cultura de Sa Nostra invitado por el Club Ultima Hora y la entidad financiera.
El ponente, que fue presentado por el presidente de Sa Nostra Caixa de Balears, Fernando Alzamora, indicó durante su intervención, titulada «Crisis económica: el paisaje después de la batalla», que la recesión económica «nos deja destrozos y problemas de todo tipo como no habíamos tenido desde los años treinta y cuarenta, especialmente morales», e indicó que el éxito de la reconstrucción «depende en gran medida de la percepción social sobre la justicia en el reparto de la factura que nos deja la crisis económica», afirmó.
Entre los impactos de la recesión, Costas citó el deterioro «espectacular» de la riqueza financiera -fondos de pensiones, inversiones bursátiles-, de la riqueza inmobiliaria y también de la economía real, en términos de cierres empresariales y desempleo.
Al mismo tiempo, el conferenciante afirmó que la recesión económica provocará unos elevados niveles de paro estructural, desigualdades y posibilidades de pobreza, así como un pérdida de confianza de la sociedad en el sistema financiero y en la propia economía de mercado capitalista.
Recesión económica
El catedrático de la Universitat de Barcelona recordó que las crisis «forman parte del ADN del capitalismo, de la misma forma que las tormentas forman parte del clima de la tierra». Costas indicó no obstante que «igual que hay tormentas normales y tormentas perfectas, que son más devastadoras, también hay crisis económicas recurrentes y grandes crisis», como la actual.
El conferenciante indicó que las 'grandes crisis' se caracterizan por venir acompañadas de una «sequía del crédito» que, «como la falta de sangre, daña órganos vitales del cuerpo económico, provocando pérdidas irreparables», según afirmó.
El ponente indicó que las crisis recurrentes suelen venir acompañadas de recesiones que de forma gráfica presentan una forma de V, mientras que las grandes crisis presentan grandes recesiones o incluso depresiones en forma de U o de L.
Respecto a la situación actual, el conferenciante indicó que hasta ahora se ha evitado caer e n una depresión en forma de L, si bien indicó que la gran recesión en la que nos encontramos puede dejar problemas a largo plazo, entre ellos un condicionamiento de la capacidad de crecimiento futuro, desempleo de larga duración, problemas de cohesión social y de estabilidad política.
El catedrático de Economía de la Universitat de Barcelona situó la llegada de la recesión en un contexto de años de «burbuja del crédito» en un contexto de bajos tipos de interés tanto en Estados Unidos como en Europa, 'boom' inmobiliario y como consecuencia de la innovación y la falta de regulación del sistema financiero.
Ante la gran recesión acaecida, el conferenciante defendió en primer lugar la intervención «a mansalva» de los gobiernos para rescatar al sistema financiero y a los ciudadanos en paro, así como en la implementación de políticas de fomento del crecimiento económico.
Además de estas medidas, Antón Costas planteó la necesidad de reequilibrar las cuentas públicas y decidir quién y cómo paga la «factura de la crisis», al tiempo que propuso realizar acciones de modernización de los sectores productivos, reformas institucionales y una reelaboración de la política económica.
Críticas a Alemania
El catedrático de Política Económica de la Universitat de Barcelona subrayó que los déficits de las cuentas públicas son consecuencia de la crisis económica y no al revés y acusó a Alemania de «humillar a Grecia» ante su situación de crisis de la solvencia de sus cuentas públicas.
Antón Costas afirmó que no se puede salir de una situación de deflación de deuda como la que vive Grecia con políticas de austeridad, sino con ayudas económicas y control de los gastos.
En cuanto a la recuperación económica, el conferenciante consideró improbable que España y los países desarrollados registren crecimientos intensos cuando salgan de la recesión, debido precisamente a la destrucción de la riqueza y el elevado el peso de la deuda pública, así como por la debilidad de la demanda interna.
Costas estimó que España saldrá de la recesión cuando termine el segundo trimestre del año.