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La construcción del campo de golf de Son Baco, en el municipio mallorquín de Campos, aún tiene una posibilidad pese al acuerdo alcanzado entre los partidos que gobiernan las instituciones de las Islas: la enmienda del Partido Popular al llamado 'decreto Nadal'. El PP no tiene votos suficientes pero le bastaría uno para que saliera adelante: el del diputado suspendido de militancia en UM, Tomeu Vicens, que ya ha hecho saber que se reservará el voto hasta el último momento.

Francesc Fiol, portavoz del PP, dejó ayer claro que no rechazará el voto de Vicens si éste quiere apoyarles y que tampoco retirará la enmienda para que se apruebe con un voto «contaminado», que así es como se llegaron a calificar hace semanas por el PP los votos de Vicens a la mayoría que gobierna en Balears.

Fiol, que ayer convocó una rueda de prensa para explicar sus iniciativas en el pleno parlamentario de hoy, dijo que «una cosa es que el PP no apoye las propuestas que presenta Vicens y otra que Vicens no pueda apoyar las del PP».

Preguntado expresamente sobre si considerarían sacar adelante su enmienda con un «voto de la corrupción», que es como la anterior portavoz del PP, Rosa Estaràs, se refirió a los votos de Vicens, dijo lo siguiente»: «Si nuestra enmienda sale adelante será un triunfo del bien sobre el mal».

Fiol dijo que Vicens no había negociado con él la posibilidad de apoyar esta enmienda. Insistió en que no había que negociar e hizo una consideración: que aunque Bartomeu Vicens apoyará su enmienda, y esta saliera adelante, ese dato no sería el fundamental. «Lo importante», apunto Fiol, es que el voto de Bartomeu Vicens es el que utiliza Antich para sacar sus proyectos, incluso el de Presupuestos».

Tensión en UM con Ginard

Bartomeu Vicens adelantó el pasado miércoles en una conversación con este diario que no decidiría su voto hasta el momento del pleno ya que antes quería «hablar con la gente de Campos». Su alcalde, Guillem Ginard, ese mismo día afirmaba que sabía de la intención de Vicens y que él no renunciaba al golf de Son Baco. Ese mismo día comentaba que él no descartaba dejar Unió Mallorquina, partido del que es dirigente.

Desde entonces, los acontecimientos se han precipitado: Ginar ha destituido a los concejales de Campos pel Canvi (que se oponen al golf) y ha puesto en aprietos a su partido.

Ginard ha comentado a la UM local que la enmienda del PP, si la apoya Ginard, puede servir para recuperar el campo de golf.

La Ejecutiva de UM no sabe qué hacer ante este pulso de Ginard. Ultima Hora conversó ayer con dirigentes del partido que admitieron que «la situación no es fácil» y que confían que Ginard reconsidere sus decisiones. «Sí, sería muy grave que la enmienda saliera adelante y que Ginard se quedara en la Alcaldía», dijo un dirigente. Otro explicó que «tarde o temprano habrá que reunir a la Ejecutiva para tomar alguna decisión». Las fuentes consultadas por este diario explican que la situación está resultando muy incómoda para su presidente, Miquel Angel Flaquer. Sobre la posibilidad de pedir la suspensión de militancia de Ginard, otro dirigente señaló que «es algo doloroso, pero tampoco se puede consentir que con su obstinación se dinamiten los pactos que otros intentamos recomponer».

Aún no hay fecha para el pleno en que se debatirá la enmienda del PP pero esta misma semana ya se vota en ponencia. En ponencia, y salvo que todo cambie en las próximas horas, Vicens no votará nada y la enmienda se mantendrá 'viva' para el pleno.

Bartomeu Vicens está 'suspendido de militancia' en UM pero no ha sido expulsado del partido. Su marcha del grupo parlamentario de UM, a petición del propio partido, provocó la desaparición del grupo parlamentario y tanto Vicens como los representantes de UM 'conviven' con Eivissa pel canvi en el Grupo Mixto. Vicens está imputado y eludió la prisión por una fianza y por ser aforado. Sin su voto, el Govern no podría sacar adelante ninguna ley.