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Balears perdió este verano al menos un millón de turistas, cantidad que se corresponde con el descenso de pasajeros que registraron los aeropuertos de las Islas, con un ocho por ciento de descenso en el caso de Son Sant Joan (Mallorca) y algo menos en los de Eivissa y Menorca, aunque el retroceso fue inferior al que se detectó en el conjunto de España, que alcanzó el 10 por ciento, de hecho, «más bien cerca del 11 por ciento».

Esta caída en la demanda es achacable directamente a la crisis económica y tendrá como consecuencia una significativa reducción durante el invierno de la programación (slots) de las aerolíneas que operan en las Islas.

El retraimiento oscilará entre el 10 por ciento y el 15 por ciento, según la estimación que realizó el presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas, Felipe Navío.

Según precisó, la caída del 10% está prácticamente garantizada y la circunstancia de que aún pueda ser más acusada se debe a que las compañías aún no han realizado el «ajuste definitivo» de sus programaciones para la temporada baja, en parte por la esperanza de que repunte la demanda de último momento gracias a las ofertas agresivas que se están lanzando, pero «por desgracia, los expertos creen que va a ir al alza», lamentó.

Navío consideró que ese descenso en la contratación de 'slots' aéreos, que afectará a Balears, se debe a que «el lobo ya nos ha enseñado sus orejas», como prueba el hecho de que la crisis ya está afectando a otros destinos. Y, por ello, recomendó que compañías y administraciones se reúnan para tratar sobre el futuro inmediato de las programaciones, así como que se «siga profundizando» en las bonificaciones de tasas de AENA.

«Lo que más me preocupa -dijo Navío- es que, con la desaparición de las compañías LTE y Futura, más las regulaciones de empleo que ha habido, estamos perdiendo un horizonte estratégico» y, para corregir la situación, recomendó que el Govern desarrolle «una política proactiva» para «que no se marchen más profesionales especializados de esta industria, que luego será difícil volver a traer a las islas», señaló.

Esa preocupación se basa en el hecho de que el sector aéreo «es de vital importancia para Balears y, del mismo modo que otras Comunidades Autónomas luchan por mantener su tejido industrial, como Galicia con la planta Citröen o Aragón con la de General Motor, aquí echamos en falta que la Administración autonómica apueste de una manera fuerte y decidida por unas aerolíneas que son las que posibilitan que haya turismo», afirmó.