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El president del Govern, Francesc Antich, convirtió ayer los pactos con los agentes sociales (empresas y sindicatos) en el principal referente de lo queda legislatura y mostró su disposición a que el PP se sume a esta estrategia que, dijo, será en bien de la ciudadanía.

 

El president se expresó así en la segunda jornada del llamado 'debate de la Comunidad' en el que Francesc Fiol se estrenó como portavoz del PP y utilizó un tono, elogiado por Antich, alejado de cualquier atisbo de crispación pese a que el nuevo portavoz llegara a acusar al PP de falta de liderazgo.

 

La jornada fue ágil y sólo incluyó un momento de cierta tensión, durante la intervención del portavoz del PSIB, Antoni Diéguez que dedicó la mayor parte de su intervención a criticar al PP por su gestión en el pasado. Una comentario de Diéguez, irónico hacia el 'popular' Rodríguez (que se enfrenta a Fiol por el liderazgo del PP de Palma), provocó el único momento tenso de una sesión de guante blanco en la que los partidos que forman el Govern, al igual que hiciera el día anterior el president Antich, obviaron todas las cuestiones en las que pueden discrepar o bien las citaron a modo de inventario y poco más.

 

Bloc y UM, a través de Biel Barceló y Josep Melià, marcaron distancias con Antich ante su excesivo optimismo por la financiación. Biel Barceló animó a Antich a que fuera «reivindicativo». Tanto UM como el Bloc le insistieron en la necesidad de abrir la batalla por el desarrollo del REB. Antich les respondió que en eso estaba.

 

La sesión de ayer no aclaró cuál será, ni si finalmente se concretará, el 'adelgazamiento' de la Administración. El president insistió en la necesidad de recortar el sector público. Curiosamente uno de los diputados que dan apoyo al Govern (Bartomeu Vicens, que no intervino) presenta una propuesta de resolución para que, en 2010, se recorten «cargos, asesores y empresas públicas».

 

La de Vicens será una de las cerca de las 400 propuestas de resolución que hoy se votarán. Más de 300 han sido presentadas por el PP, según dijo el propio Fiol.

 

La propuesta 'estrella' que Antich lanzó el día anterior, la de aplazar el pago de hipotecas a determinadas personas afectadas por la crisis, no fue comentada por ningún grupo y tampoco el president balear insistió en ella en sus réplicas.

 

Las alusiones a la corrupción fueron mínimas si se atiende al clima judicial que afecta al PP por sus casos del pasado. Quien más intentó hurgar en el ojo del PP por este asunto fue el socialista Diéguez, a quien el president no dedicó ni una palabra.

 

Antich no aprovechó ninguna de sus intervenciones para anunciar nada de lo que no se hubiera hablando antes. Fue un debate sin sorpresas y con mínima polémica.