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La presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, y la responsable de Medi Ambient, Catalina Julve, anunciaron ayer una rebaja de la tasa de residuos de un 5%. La causa: que uno de los tratamientos que ahora se incluían, el de fangos de depuradora, será abonado directamente por los ayuntamientos.

El PP se aprestó ayer mismo a relativizar este anuncio: afirmó que este hecho no es garantía de que se traduzca en el precio final (los ayuntamientos buscarán el modo de repercutirlo) y que la rebaja «no tiene mérito», pues baja el IPC y el Euríbor.

La presidenta Armengol destacó que es la primera vez que se aprueba una rebaja de las tasa y lamentó la reacción del PP.
Armengol señaló que, en una situación de crisis económica, ésta es «una buena noticia para todos los ciudadanos» y enfatizó que será «la primera vez en la historia» que esta tarifa se reduzca, puesto que ha ido en aumento anualmente desde que se introdujo en 1996, debido a los gastos que su gestión ha ido generando.

Armengol insistió en que el Consell apuesta por una política de tratamiento de residuos integral en la que priman el reciclaje y la reutilización, y ha indicado que el de Mallorca posee «uno de los sistemas más modernos de toda Europa».

Según Armengol, la bajada prevista del 4'9 por ciento responde a la aplicación del Plan Director de Residuos Sólidos Urbanos mediante el cual el tratamiento de las toneladas de residuos de fangos de depuradoras, que hasta ahora no se pagaba pero sí era asumido por el Consell, tendrá un coste que repercutirá directamente en sus productores «y no sobre los ciudadanos».

El PP destacó que la tasa ha subido un 31% en los últimos años.