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La consellera d´Afers Socials, Promoció i Immigració, Josefina Santiago, explicó que el desarrollo de la Ley de Dependencia supone que muchas personas solicitan y se les concede plaza en un centro de día o en una residencia y la Comunitat no cuenta con una infraestructura suficiente para atender esta nueva demanda ciudadana, «por lo que no nos queda más remedio que construir nuevos centros -algo que ya se hace, pero eso lleva su tiempo- o aprovechar los recursos ya existentes».

Un primer nivel de aprovechamiento, recordó, fueron los centros de día y residencias propiedad de los ayuntamientos que no estaban incluidas en la red de atención a la dependencia. Una segunda vía son «todas aquellas residencias que se construyeron durante las legislaturas del PP y que ya tienen concertadas entre el 50 y el 60 por ciento de sus plazas. Pues bien, ahora vamos a ampliar el número de plazas concertadas un 20 por ciento, que es lo que permite el contrato con cada una de ellas».

Y la tercera vía para ganar plazas, que es la más novedosa, «es la concertación de plazas con residencias privadas que en estos momentos no tienen ningún tipo de concierto con la Administración pública», como, por ejemplo, Coavitae, Borenco o Anabel, entre otras. Y esto es posible gracias a la nueva Ley de Servicios Sociales aprobada recientemente, pues la Ley de Servicios Sociales de 1987, que era la que estaba en vigor, prohibía expresamente la concertación de plazas con residencias privadas.

El Govern, concretó la consellera, marcará el precio público, que ahora mismo está en 66 ó 67 euros por plaza y día, y mandará a las personas dependientes.

En las Islas hay actualmente entre 10 y 15 residencias de carácter privado que cuentan con plazas disponibles, «lo que nos permitirá territorializar mejor las necesidades y aprovechar los recursos disponibles sin tener que invertir en nuevas construcciones». Y es que en estos momentos -explicó- la obra nueva se está centrando más en los centros de día, «que es donde contamos con una ratio muy baja, pues si la recomendación es de unas 6 plazas por cada persona mayor de 65 años, en Balears estamos en 0'82 plazas por cada mayor de esa edad», reconoció, mientras que la ratio aconsejable de residencias es de 3 ó 4 plazas por persona mayor de 65 años y ahora tenemos en 2'50 plazas por persona, «por eso la inversión prioritaria era clara».

Más mayores
«Y a eso se suma el que a través de la Ley de Dependencia estamos trabajando con personas mucho más mayores de 65 años, pues prácticamente el 80% de las personas que reclaman una ayuda son de 75 u 80 años y en esta generación existe bastante resistencia a ir a una residencia, no así con los centros de día».

Para alcanzar el nuevo acuerdo con las residencias privadas, la Conselleria debe exigir una serie de requisitos que garanticen que los mayores dependientes van a contar con los servicios y la atención adecuada.