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El Palau del Consell, sede del Govern de Mallorca desde 1979, celebra desde el viernes sus tradicionales jornadas de puertas abiertas con motivo de las celebraciones de la Diada de Mallorca con una buena afluencia de público.

Las visitas guiadas continuarán hoy, así como el próximo domingo. Comienzan a las 10.00 horas y se repiten cada hora hasta las 13.00 horas, cuando tiene lugar el último recorrido organizado.

Con la misma frecuencia y en la sala de plenos de la institución insular tiene lugar un breve concierto interpretado por el Joch de Ministrils del Consell. Los componentes interpretan varias piezas musicales con réplicas de instrumentos del siglo XIV.

La Diada de Mallorca conmemora el juramento de Jaume II el año 1276 de la Carta de Franqueses i Privilegis del Regne de Mallorca concedida por el rey Jaume I.

De esta manera el Consell de Mallorca quiere recordar y rendir homenaje a los trazos diferenciales que constituyen el arraigo de Mallorca.
Mateu Reus es el encargado de explicar a los asistentes parte de la historia del edificio que comenzó a construir el arquitecto Joaquim Pavia en 1882 sobre la antigua cárcel de la ciudad de Palma.

Sede de la Diputación a principios del siglo XIX, el edificio es una de las joyas del estilo neogótico mallorquín.
La fachada, inspirada en la de la Llonja de Palma de Guillem Sagrera, cuenta con esculturas y ornamentos realizados con piedra de Santanyí.
Los reyes de la dinastía de Mallorca dan la bienvenida a los visitantes que acceden a la planta noble a través de la escalera imperial ornamentada con motivos geométricos o vegetales.

En el artesonado de la sala de audiencias se encuentra una buena muestra de arte mudéjar, así como los escudos de los pueblos de la Isla.
Los visitantes encuentran en la sala de plenos, proyectada por Guillem Reynés y acabada bajo la dirección de Josep Alomar en 1919, la enorme lámpara que la preside realizada con cristal de Murano.

El Palau del Consell cuenta con una notable colección pictórica de autores mallorquines del siglo XIX, así como pintores extranjeros que residieron en la Isla. Algunos de éstos son Faust Morell, Agustí Buades o Joan O'Neille, entre otros.