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La crisis económica obligará al Govern a rebajar el presupuesto del próximo año ante una previsible caída de los ingresos. El conseller d'Economia, Carles Manera, trabaja en un escenario presupuestario que obligaría a aplicar una rebaja del 4'5 por ciento, según las previsiones en las que trabaja el Govern.

Si se tiene en cuenta que el presupuesto que está en vigor asciende a 3558 millones, y los planes del Ejecutivo es bajarlo un 4'5 por ciento, previsiblemente la Conselleria d'Economia presentaría unas cuentas que rondarían los 3.390 millones de euros para 2010.

La rebaja de los presupuestos es un claro indicio de que la crisis perdurará al menos durante los primeros meses del próximo año. Esta es la segunda vez que el presupuesto de la Comunitat disminuye de un año a otro en lugar de aumentar. La primera vez ocurrió en 1994.

Rebajar gastos
La bajada de un 4'5 por ciento de los presupuestos obligará a todos los departamentos a recortar gastos ya que el objetivo del Govern es mantener las inversiones para que sirvan de estímulo para salir de la crisis. Así, los distintos integrantes del Pacte ya han comenzado a discutir sobre los presupuestos del próximo año y todos han asumido que habrá recortes importantes. En las últimas reuniones ya ha comenzado a tratarse el proyecto de presupuestos del próximo año, que debe ser presentado en octubre.

Aún así, el incremento de la financiación será un alivio para las arcas autonómicas de cara al próximo ejercicio ya que otra de las preocupaciones del Govern es el aumento del endeudamiento ante la bajada de los ingresos propios. Precisamente, y según datos del primer trimestre del año, la bajada de los ingresos en Balears está por encima de la media autonómico. En algunos impuestos, la bajada ronda el 60 por ciento debido a la crisis económica.

El objetivo del Govern es utilizar parte del incremento de la financiación autonómica para reducir el déficit público. Durante este año, de los 210 millones de incremento de financiación el 80 por ciento servirá para rebajar la deuda. El Govern, en la actualidad, paga cada año unos 64 millones de euros en intereses bancarios, una cantidad que comienza a crear serias dificultades.