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Las playas de Mallorca pueden estar tranquilas. El Pelícano vuelve con más fuerza para dejarlas limpias todo el año. Su andadura es corta, pero intensa. Durante cuatro meses, estos barcos limpiadores se dedican a eliminar del litoral toda la basura que se encuentran a su paso. La jornada comienza a las 6.30 de la mañana, cuando todavía la marea no ha arrojado toda su suciedad a la superficie. Es en ese momento cuando los trabajadores del Port d'Andratx salen al mar con su primera y única preocupación: la limpieza de las playas. «Queremos dar un buen servicio de limpieza, más ahora que ha crecido la afluencia de turistas. Antes sólo había pescadores y, ahora, los fines de semana encontramos mucho tráfico de barcos que dificultan nuestra labor», señala Guillem Porcel, trabajador de uno de los 16 barcos que pone a disposición el Govern para la limpieza del mar.

El mecanismo es muy sencillo: si hay poca basura, tan sólo necesitan un salobre para recogerla. Sin embargo, para las grandes cantidades, la proa del barco se abre como si fuera la boca de un pelícano aspirando toda la basura al interior de la embarcación. Una grúa se encarga de remolcar los residuos al contenedor en el mismo barco.

«Encontramos de todo, pero, últimamente, llegan a Mallorca muchas bolsas de leche procedentes de Argelia». Este barco también dispone de un sistema de absorción de manchas de aceite procedentes de pequeñas fugas de los barcos que transitan la zona.

«Estas manchas son más comunes en los meses de verano, incluso, hace poco, nuestro barco produjo una fuga. Hay que concienciar a la gente de que estas manchas son perjudiciales para el mar y el medio ambiente».

N.Morillas/P.Morales

Foto: Michel's