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Más de 40 entidades sociales, sin ánimo de lucro, integradas en ocho redes de acción social, se reunirán hoy con el president Antich para reclamar el pago de una deuda de 10 millones de euros que las administraciones de las Islas mantienen con este sector y que podría ocasionar el cierre de algunas de estas organizaciones si no reciben pronto una inyección económica.

Así lo explicaron ayer Jesús Luna y Pilar Ponce, en representación de todas las asociaciones, en un acto público celebrado en el Centre Social Flassaders, recordando que éstas asociaciones prestan servicio a más de 200.000 usuarios y dan trabajo a más de 3.000 trabajadores, la mayoría con contrato laboral indefinido, y en el que participan más de 4.000 voluntarios.

Todas estas entidades y redes de acción social trabajan con un presupuesto global de más de 80 millones de euros, lo que supone casi el 0'4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Balears el año pasado.

Ponce remarcó que las instituciones que les adeudan dinero a las asociaciones son el Govern, los consells insulares y la mayoría de los ayuntamientos de las Islas.

«Esperamos que el president Antich nos dará una respuesta ágil que solucionará nuestros problemas» explicó Luna, señalando que los 10 millones adeudados pertenecen a los gastos de funcionamiento de estas entidades sin ánimo de lucro, por lo que si no cobran pronto «muchas asociaciones, especialmente las más pequeñas, tendrán que empezar a cerrar».

Ponce insistió en que se trata de una deuda grave porque «entre el 70 y el 80 por ciento del presupuesto de las asociaciones se destina a pagar los salarios y la Seguridad Social de los trabajadores, gastos que no podemos dejar de pagar».

«Hemos tenido mucha paciencia, pero cada vez es más difícil negociar con los bancos» indicaron los portavoces de las asociaciones.
Dos asociaciones, Amiticia y Aula Cultural, ya han anunciado que están a punto de cerrar.