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Jaume Matas había salido hace dos años a por la mayoría absoluta y no imaginaba otro resultado posible ante las elecciones autonómicas y locales del 27 de mayo de 2007, de las que acaban de cumplirse dos años.

Jaume Matas, que días después dejaría la dirección del partido y llevaría al PP balear a una 'travesía del desierto' de la que aún no ha salido, lo había jugado todo a una sola carta y había roto todos los puentes con UM. Dos años después, desde las filas de su partido, se tiene muy claro que cuando eligió a Rosa Estaràs como candidata al Consell de Mallorca y acuño el lema «aire fresco» los cables estaban rotos. Un influyente 'barón' insular del PP ha comentado a este diario que Matas creyó que UM podía ser vencida.

Y, del mismo modo que Matas sabía que sólo gobernaría con mayoría absoluta, el resto de partidos eran conscientes de que se podría reeditar un 'pacte de progrés', aunque en condiciones diferentes a las de 1999. La noche electoral, Antich supo que tenía «casi todos los números» para ser president. Lo que no imaginaba, ni por asomo, es que Francina Armengol terminaría presidiendo el Consell de Mallorca.

Resultados y consecuencias
El PP fue el partido más votado en las elecciones y el que más escaños obtuvo en el Parlament pero, una vez más, UM se convirtió en una fuera decisiva. Las negociaciones del PSOE con UM comenzaron prácticamente la misma noche en que se conocieron los resultados. La euforia que se desató en la filas del PSIB contrastaba con lo que estaba pasando en el PP. Y eso que el cómputo de votos fue de infarto y, por momentos, parecía que el PP rompía todas sus marcos y lograba una mayoría sin precedentes. Así y todo, los resultados del PP fueron los mejores de su historia en votos absolutos.

Al día siguiente de las elecciones, se acordó el modo en que se desarrollaría la negociación entre socialistas y UM, pese a que, oficialmente, este partido aún no había decidido. Miquel Nadal había obtenido un resultado que le permitía, teóricamente, ser alcalde de Palma en el caso de pactar la continuidad de Matas como president. La dirección de UM se opuso a esta estrategia y sorprendió a los negociadores socialistas cuando Maria Antònia Munar anuncio que UM no reclamaba la presidencia del Consell, ni la alcaldía. Sólo le interesaba la presidencia del Parlament y otros cargos en los diferentes gobiernos que presidirían los socialistas. El primer relevo fue el de Palma: el 16 de junio, Aina Calvo asumía la vara de alcaldesa de Palma.

Fue el principio de una serie de cambios que semanas después derivarían en un vuelco institucional sin precedentes: el PP lo perdió todo.