García Campoy con un ejemplar de la novela del también periodista Carles Marín.La periodista es también la portavoz de la Academia de la Televisión.

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a periodista Concha García Campoy (Terrassa, 1958) estuvo ayer en Palma para presentar el libro de un compañero de profesión y además gran amigo, Carles Marín. Se trata de la novela L'Àngel del no-res, ambientada en Mallorca al inicio de la Guerra Civil. «Es un libro que me ha emocionado», afirma.

A pesar de trabajar en la actualidad en Madrid, García Campoy señala, con muy buen humor, que sigue «ligadísima» a Balears. De hecho, sigue empadronada en Ibiza, en donde creció e inició su brillante trayectoria profesional. Además, sigue teniendo una casa en la isla y conservando sus amigos de la infancia.

Sobre sus inicios, recuerda con mucho cariño su labor como redactora de Ultima Hora en Ibiza, en 1984. «Fue mi primer trabajo en un medio escrito, y recuerdo que podía trabajar con mucha libertad», señala.

Desde hace tres años, está al frente del programa televisivo 'Las Mañanas de Cuatro', que define como un espacio de «actualidad e investigación política, con una audiencia muy fiel». Una apuesta suya personal «muy fuerte» para dicho magacín matinal fue la incorporación de Gonzalo Miró.

«Es un joven con mucho talento y la verdad es que me gusta mucho trabajar con él», destaca, a la vez que considera que Miró ha podido demostrar su «gran valía profesional» más allá de haber sido conocido durante un tiempo por su relación con Eugenia Martínez de Irujo.

Gran conocedora de la radio y de la televisión, reconoce que ambos medios han cambiado mucho. Además, es la portavoz de la Academia de las Ciencias y las Artes de la Televisión, que es un organismo con un «criterio profesional independiente».

«En la radio ahora todo es más inmediato e interactivo, y gracias a los teléfonos móviles cualquier persona puede ser un 'corresponsal' en un momento dado», indica García Campoy.

En cuanto a la televisión, «ha ganado en agilidad y calidad, si bien a lo mejor ha perdido algo a la hora de profundizar en los temas». A ello hay que añadir la presión de las audiencias y el hecho de que la gente joven tiene una cultura audiovisual procedente de diversos medios.

Sobre 'Las Mañanas de Cuatro' señala que se ha demostrado que para mantener una tertulia «no hace falta gritar; sólo es necesario que tenga vida».

Josep Maria Aguiló

Foto: Jaume Morey