Mujeres de orquestina

Según me recordaba ayer Tomeu Salvá, l'Orquestrina surgió de la fusión de varios miembros de la banda municipal del pueblo con un grupo pop local. Desde entonces, no han parado. Una veces con mayor trascendencia, otras de puntillas, siempre ha estado ahí, con su música bailable, apta para todos los públicos.

Exactamente, el número de componentes ha variado. Unas veces han sido 17, otras 15, otras 14, pero ello no alteraba para nada el sentido de la banda.

Igual ha pasado con las mujeres que han formado parte de ella. ¿Cuántas han sido en estos 24 años y meses que llevan? Tomeu, el speaker del grupo, echa mano a su agenda y... «Han sido seis... No -duda-; han sido siete. Sí, siete. A veces eran dos las que cantaban con un chico; y a veces eran chico y chica».

Le pido que haga un esfuerzo más. «Dame nombres», le digo -a la vez que al bueno de Biel Munar, representante o coordinador del grupo- le pido que me mande sus fotos-. «Veamos -Tomeu escanea su cerebro, el humano; no el de su ordenador-, las dos primeras fueron Cati Rosselló y María Rafael (cantaban con Miquel Juan), la primera es maestra y la segunda, que es la mujer de Pere Fullana, es educadora y se dedica a la gestión cultural; luego, Victoria, que es representante artística, cantó con Toni Rullán; en la siguiente, también con Toni, cantó Carmen, pero sólo fue durante una temporada; en una posterior etapa, Toni cantó con Toñi, publicista y mujer de Àngel Mota. Y en los tiempos actuales, las cantantes son Yolanda, que es médico, y Maribel, estudiante y dedicada al comercio.

Y otro dato. También en la actualidad, otras dos mujeres se han incorporado a l'Orquestrina. Catina y Natalia. No cantan, pero tocan instrumentos. La primera, el saxo tenor; la segunda, el saxo alto.

Y es que l'Orquestrina, no sólo existe sino que, además, evoluciona.

Pedro Prieto