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El president del Govern, Francesc Antich, ha presentado un ambicioso Pla de Ciència, Tecnologia i Innovació que pretende desarrollarse hasta el próximo año 2012 y con el objetivo de que el peso de la innovación, en el conjunto de la economía balear, alcance hasta el 10 por ciento del producto interior bruto. En esta ocasión el anuncio va más allá del simple voluntarismo, el proyecto compromete la inversión de 326 millones de euros.

Desde el inicio de esta legislatura, el president Antich está dispuesto ha reorientar la actividad económica de Balears abriendo nuevos caminos, una vez que toma cuerpo el agotamiento de las fórmulas tradicionales basadas en el consumo de recursos "en especial de territorio" para crear riqueza. El futuro económico de las Islas en las próximas décadas se tiene que empezar a diseñar ahora si no se quiere llegar tarde. Ya no tiene sentido seguir ampliando nuestra planta hotelera, se trata de mejorar su gestión. Lo mismo puede decirse de la construcción desmesurada con fines meramente especulativos.

La apuesta del Govern en el Pla de Ciència, Tecnologia i Innovació es importante y seria. No es habitual que desde la Administración se formulen propuestas con réditos que, con toda probabilidad, recogerán las próximas generaciones. En este sentido cabe destacar la acertada vinculación del Pla a la actividad turística, principal activo de la economía balear y sobre la que es posible trabajar con más garantías de éxito; síntoma de que los planteamientos parten de una base sólida y con una proyección realista. Ahora sólo cabe esperar que la sociedad balear en su conjunto se adhiera a esta iniciativa. Nos jugamos el futuro.