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P.MATAS/C.RUIZ/P.CANDIA Una comisión técnica, integrada por expertos y policías del Grupo de Delincuencia Económica del Cuerpo Nacional de Policía de Palma, ha tomado medidas en distintos tramos del desdoblamiento de la carretera de Palma a Manacor.

Estos trabajos se han efectuado dentro de la investigación que se lleva a cabo para tratar de esclarecer si el grosor y la anchura de la carretera se corresponde con el proyecto inicial.

Como se informó ayer en Ultima Hora, las investigaciones se han iniciado a raíz de una denuncia que se recibió en la Fiscalía Anticorrupción. Según la misma, las toneladas de material utilizado en la construcción del desdoblamiento, no se corresponderían con las cantidades que figuran en el proyecto inicial.

Al objeto de conocer la realidad, o en todo caso de acercarse lo más posible a la misma, se ha decidido llevar a cabo una serie de acciones.
La primera fue la de solicitar, por parte de la Fiscalía Anticorrupción, una copia del proyecto oficial del desdoblamiento de la carretera. Después, y en concreto la mañana del pasado martes, policías y expertos tomaron medidas de viales y rotondas. Estos trabajos está previsto que continúen en días posteriores. También, como se informó en la ecición de ayer, está previsto solicitar que se lleven a cabo unas catas en la carretera, al objeto de conocer la calidad y cantidad del material que se ha utilizado.

En el proyecto inicial de la carretera de Manacor -que pudo modificarse- consta que la sección del firme, es decir, el grosor de la calzada, debía ser de 55 centímetros, similar al del desdoblamiento de la carretera Pama-Son Ferriol, que se realizaba en aquel momento.

Así consta que la carretera debía tener 25 centímetros de subbase de macadam, un material de construcción constituido por piedras más o menos grandes granuladas. Después una base de 15 centímetros de una mezcla de bitominosa, seguidas de dos capas intermedias de un asfalto más denso (de 6 y 5 cm., respectivamente) y, finalmente, una capa de rodadura de áridos antideslizantes de 4 centímetros.

Este grosor variaba en los arcenes exteriores, que debía ser de unos 30 centímetros aproximadamente. El espesor de las calzadas, según explicaron ayer a este diario varios ingenieros, depende del tráfico de vehículos pesados que circulan diariamente por la carretera, que en este caso en concreto era de un 9'5 por ciento de todo el tránsito. La categoría de tráfico era T1, es decir, de las más elevadas en la tabla, requiriendo mayor volumen de asfato.

Las catas, expusieron, se realizan con una especie de taladro con brocas huecas que extrae los denominados testigos o muestras que podrán determinar si el grosor es el que consta en el proyecto. De todas formas, precisaron que lo normal es que varíen por centímetros de un lugar a otro. Qué sea justo lo que indica el proyecto es muy difícil. De la misma manera, aseguraron que serán necesario realizar numerosas catas en diversos tramos de la carretera para determinar si finalmente hubo algún tipo de variación con respecto a lo proyectado.