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A petición del Partido Popular, hoy comparecerá en el Parlament el president del Govern, Francesc Antich, para analizar la complicada situación económica en las que se encuentran inmersas las Islas, y las medidas que pretende poner en práctica para paliar los efectos de una recesión que desde el sector de la construcción e inmobiliario ha ido contaminando todo el entramado productivo hasta unos niveles que eran insospechados unos meses atrás.

El espectacular deterioro de la economía balear "consecuencia también de la recesión que afecta a España y al resto de países de la Unión Europea" tiene, como consecuencia más inmediata, un crecimiento desbocado de las tasas de desempleo hasta unos extremos que no se conocían desde hacía décadas. Es, pues, en este contexto, en el que la intervención del president Antich adquiere una trascendencia especial, de su exposición es exigible un diagnóstico acertado y la prescripción de medidas que debe tener como objetivo irrenunciable crear nuevos puestos de trabajo, el problema más grave al que debe enfrentarse Balears.

De todos modos, hoy, en el Parlament, no sólo se examina el president Antich. También el resto de las fuerzas políticas, en especial el Partido Popular, también tienen que demostrar su capacidad de análisis y de generar el necesario clima de confianza para que la actividad económica se reactive. En el debate de hoy no sólo se está hablando en clave interna, todas las propuestas y actitudes no sólo serán objeto de análisis dentro del ámbito de la Comunitat, al contrario, los principales países emisores de turismo y con importantes inversiones en las Islas también quieren conocer cómo podemos salir de esta crisis.