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Fiel a su cita con su tierra con motivo de la festividad del Domingo de Ramos, la artesana de la palma natural de Manacor Isabel Planiol llegó el pasado viernes a Palma con el trabajo hecho de todo un año en la empresa Viveros La Palmera de Elx, propiedad de su marido, Felipe Navarro. De este taller salen las palmas que lucirá esta señalada fecha el Cabildo de la Catedral de la Seu.

Esta empresa posee varios huertos que reúnen entre doce y catorce mil palmeras. En él trabajan Isabel y sus hijos Felipe, Jorge y Antonio, y un grupo de seis personas muy allegadas y de gran experiencia profesional.

Isabel Planiol señaló que «este año hemos tenido una buena cosecha, aunque el problema mayor para este tipo de planta es el granizo y las tormentas, pues les afecta mucho. El trabajo en equipo lo comenzamos aproximadamente en el mes de octubre. Luego hay que trabajarlas en vista al Domingo de Ramos, y los dibujos los solemos hacer de memoria ya que tenemos varios modelos fijos, pero cada palma admite un dibujo, porque la hoja de ésta puede ser de distintas longitudes o grosor. De todas formas cada año creamos alguno nuevo y la que luce el obispo de Mallorca siempre suele ser un modelo original».

Un año más los miembros del Cabildo de la Seu lucirán para la procesión del Domingo de Ramos las palmas trabajadas por Isabel Planiol y sus ayudantes. «Este año -afirma Isabel- les hemos realizado unas cincuenta unidades, siendo un día y medio el tiempo que conlleva por palma y persona. Luego tenemos que añadir las que nos encargan las cofradías de penitentes para su primera procesión de Semana Santa, que en este caso son lisas, y las que venderemos los miembros de la familia en los mercados de los pueblos de Mallorca como son Montuïri, Sineu, Inca y Son Servera.

El día de Ramos estaremos vendiendo nuestras palmas desde muy temprano junto al portal de l'Almoina de la Seu».

Los precios de las palmas grandes trabajadas oscilan entre los 40 y los 50 euros, y el palmón (lisas) según tamaño, cuestan entre 10 y 15 euros.

Amalia Estabén

Foto: Miriam Dura