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La regidora popular del Ayuntamiento de Mondragón desde 2003, Icíar Lamarain, pronunciará mañana jueves, a las 19.00 horas, en el Claustre de Sant Domingo de Inca, la conferencia 'Conciliación de la vida familiar y profesional', en el marco de las iniciativas programadas por Mujeres en Igualdad de Balears, que preside Francisca Bennàsar.

Lamarain señala que a pesar de la Ley de Igualdad, «la práctica no se ajusta aún a la teoría», si bien reconoce que en los últimos años, «el papel de la mujer en la sociedad laboral ha avanzado bastante». No obstante, recuerda que «casi nadie dignifica la labor extraordinaria» que la mujer lleva a cabo fuera del ámbito laboral, por ejemplo en el cuidado de las personas, y considera que ha habido retrocesos, «si queremos conciliar la vida familiar y laboral, se nos exige, en general, más que a los hombres».

La edil no es partidaria de ningún tipo de discriminación, «ni positiva ni negativa». En este sentido, indica que «cuando se habla de discriminación positiva a favor de la mujer, digo que la mujer tiene que ocupar el papel que le corresponde, que tiene que ser muy alto».

Para conseguir una conciliación real, hay que «empezar por abajo, en la educación infantil, en las propias familias, en los planteamientos que sobre la vida familiar deberían hacer las parejas al iniciar vidas en común».

Su sueño en materia de igualdad es que «hombres y mujeres hagamos frente común para desarrollar la vida en paralelo, con igualdad de derechos y obligaciones, una igualdad no conseguida por leyes ni por cuotas, sino porque la sociedad se va preparando así».

Lamarain acude cada día al Ayuntamiento de Mondragón, que está gobernado por ANV. Ella es la única edil del PP. «Yo no tengo miedo. Nunca lo he tenido. No podría ejercer mi trabajo político si tuviera miedo», afirma.

Los resultados electorales del pasado 1 de marzo los siente como «una entrada de aire fresco», para que «los vascos de toda condición, no sólo los nacionalistas, podamos respirar y dejar de sentirnos oprimidos en nuestra propia tierra, y eso no significa hacer frentes contra nadie, significa más libertad».

«Tendremos que derrotar a ETA para conseguir la verdadera normalidad. Sería la ilusión de mi vida. Si yo no lo veo, al menos que lo vean mis hijos y nietos. Valdrá la pena», destaca. Su sueño para el País Vasco: «Paz y libertad, libertad y paz».