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V. MALAGÓN / P. CANDIA

«La carrera judicial está en pie de guerra». La frase del recién reelegido juez decano de Palma, Francisco Martínez Espinosa describe el ambiente de los juzgados que amenaza con hacer de 2009 un año tan convulso para la administración de Justicia como 2008. Si el año pasado se inició con la huelga de los funcionarios, el próximo día 21, los 61 jueces de Palma se reunirán en una junta en la que decidirán si van o no a la huelga.

Nunca antes se ha planteado una situación similar, pero al margen de las dudas legales que plantea una huelga de jueces, el cansancio del colectivo está claro. A la salida de la asamblea que le reeligió por unanimidad como juez decano, Martínez Espinosa dejó claro que una movilización «está moralmente justificada». Él es uno de los más firmes convencidos de que los magistrados tienen derecho de huelga, como funcionarios públicos. Los detractores sostienen que como uno de los tres poderes fundamentales del Estado no pueden suspender sus actividades. Para el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo es «políticamente inadmisible que quienes detentan un poder amenacen con ponerse en huelga».

Sobrecarga

El principal argumento a favor de la huelga es la falta de medios, personales y materiales. Así, los jueces de Palma ponen como ejemplo la situación en las salas de lo Civil. En sa Gerreria hay jueces que llegan a asumir 1.400 casos al año, cuando el Consejo General del Poder Judicial marca 720. Esa sobrecarga repercute en que hagan más horas de las que tienen marcadas. Trabajan, incluso, los fines de semana. En los juzgados de Vía Alemanya entraron sólo en los seis primeros meses de 2008 29.345 casos para 12 jueces de Instrucción y 8 de Penal y dos de la Mujer. La proporción también supera ampliamente los mil casos por juez, sólo en un semestre. A Éstos hay que sumar la explosión de casos de lo Mercantil por la crisis. Además del exceso de trabajo, según un juez: «Faltan peritos, intérpretes, funcionarios.

Muchas causas se amontonan en nuestros despachos, pero no es por nuestra culpa. Si yo no tengo un perito que evalúe el coste, por ejemplo, de un reloj robado, o no hallo un intérprete para la declaración de un extranjero, ese sumario dormirá el sueño de los justos». Como comparación, en España hay diez jueces por cada 100.000 habitantes; en Alemania, 27.

Aunque lo salarial no entra en los motivos de la posible huelga, la Asociación Profesional de la Magistratura emitió en noviembre un comunicado en el que ponía de manifiesto su rechazo a que los fiscales ganen más que los jueces, incluso que los magistrados. Así, un fiscal ganó en 2007, 79.292 euros; los magistrados 76.567; los abogados fiscales 58.295 y los jueces 51.827 euros.