TW
0

El arquitecto francés Jean Nouvel declaró ayer a través de videoconferencia que la empresa adjudicataria del concurso de Can Domenge para construir en esa zona palmesana 600 viviendas, Sacresa, le contrató en junio de 2005, seis meses antes de que el anterior gobierno del Consell de Mallorca pusiera en marcha el proyecto. «El diseño de Can Domenge tenía grandes ambiciones arquitectónicas», afirmó.

Desde París, y acompañado por una vicefiscal gala, Nouvel calificó el proyecto de Can Domenge de «emblemático», porque «cuando se hace una manzana en un punto sensible es para que sea así», dijo.

El reconocido diseñador francés, que el pasado año ganó el Premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura, declaró en calidad de testigo ante la titular del Juzgado de Instrucción 12 de Palma, Carmen González, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach y los abogados personados.

El fiscal y la acusación particular, ejercida por la empresa Nuñez y Navarro, aclararon ayer que no tienen previsto imputar a Nouvel en la causa abierta contra el anterior equipo de gobierno del Consell de Mallorca y que investiga los supuestos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad documental. Can Domenge fue adjudicada por 30 millones de euros a Sacresa y Ferra Tur, la mitad de lo que ofrecía Nuñez y Navarro. Nouvel explicó que Michael Pellissier (uno de sus colaboradores que se encarga de los contratos) le anunció a principios de 2005 que había «un concurso en Palma de Mallorca». En junio de ese mismo año, firmó un contrato con Sacresa, que junto a Ferrá Tur se adjudicó el concurso para construir las viviendas de Can Domenge.

Seis meses más tarde, el Consell aprobaba el concurso y en junio de 2006, esa institución adjudicó el proyecto a Sacresa y Ferrá Tur. Explicó que con los representantes de Sacresa habló de «unas características totales o globales del proyecto». Añadió que en un principio había dos categorías de viviendas, y aunque no se hizo ningún dibujo, su intención era la de construir «algo tipo complejo con jardines».

Poco después, le anunciaron que se había producido un 'parón' en el proyecto, justo en los momentos en que ya había realizado algunos dibujos sobre unas bases provisionales. El fiscal, en ese momento, pidió a Nouvel que aportara tales documentos, aunque su colega francesa le replicó que solicitara esa documentación «aparte o como complemento de la comisión rogatoria».

El arquitecto francés, asimismo, reconoció que cuando el proyecto adquirió la condición de oficial, le hicieron llegar unas bases «que no eran muy alejadas, o no tenían muchas diferencias con las bases que le había dado al principio». «Las primeras eran más bien hipotéticas, y quienes la facilitaron no podían ser otros que Sacresa», afirmó. También le preguntaron si el proyecto preveía la existencia de viviendas de protección general, y respondió que desde el principio sabía que habían dos categorías, unas más caras y otras más baratas, si bien no sabe si equivale a la categoría española de «protección oficial».