En diciembre, las lluvias provocaron importantes inundaciones.

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Las intensas lluvias que se han registrado en las Islas durante los últimos meses han causado daños que ascienden a 11 millones de euros, según dio a conocer ayer el presidente de Asaja Balears, Biel Company. Las patatas, los cereales, las hortalizas y la ganadería extensiva son los más perjudicados. En el caso concreto de las patatas, las del segundo 'esplet' tienen unas pérdidas que ascienden al 40 por ciento y las de exportación son del 38 por ciento. En total, Asaja calcula que las pérdidas de las dos campañas son de 3.676.000 euros.

La situación de los productores de cereales también es muy complicada. Así, sólo han podido sembrar el 10 por ciento del total, del que un 35 por ciento está dañado. Por ello, Company estima que los productores dejarán de ingresar 8'1 millones de euros, a los que si se le descuentan los costes de producción suponen unas pérdidas de 2'6 millones de euros para el sector.

Company también cuantificó las pérdidas de las hortalizas en 3'5 millones de euros. Además, explicó que los peyeses se han gastado 1.755.000 euros en comida para el ganado que lleva dos meses sin poder salir a pastar por las lluvias.

Ante esta situación, el presidente de Asaja pedirá a la Conselleria en el Consell Agrari del jueves que aumente el porcentaje de retirada voluntaria hasta el 90 por ciento, por lo que los payeses podrán cobrar como si hubiesen podido sembrar. La Conselleria ya ha realizado este trámite con la Unión Europea y los afectados podrán recibir más de 2'2 millones de euros.

Company también pedirá a Agricultura que inste al Ministerio a realizar rebajas fiscales para la patata y los cereales en 2008 y 2009. Además, pedirá renegociar el pago de las semillas R1 subvencionadas por la Conselleria y ayudas directas por hectáreas aseguradas que no se han podido sembrar y que, por tanto, no cubren los seguros. El departamento que dirige Mercè Amer ha manifestado que estudiará la viabilidad que tienen estas reivindicaciones.

Company también realizó un balance del pasado año, al que calificó como «muy complicado y con una reducción de la rentabilidad importantísima». (Ver gráfico). Así, comentó que los precios siguen manteniéndose iguales o incluso más bajos que hace 15 años; a lo que hay que añadir que los precios de los abonos se han duplicado respecto a 2007. Además, el precio del combustible no ha comenzado a bajar hasta el último trimestre de 2008, año en el que ha alcanzado precios históricos.