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LAURA MORRAL El futuro tranvía de Palma tendrá más de 40 paradas en su primer tramo, que irá de las Avenidas hasta el aeropuerto, pasando por la segunda línea de la Platja de Palma. Así consta en el proyecto que ya ha sido consensuado entre el Consistorio palmesano y el Govern, después de que ambas administraciones hayan negociado durante meses la mejor alternativa para delimitar el trazado definitivo. Tanto es así que, ahora, para formalizar este acuerdo, el Ejecutivo autonómico y Cort tienen previsto firmar, dentro de este mes de enero, un protocolo de colaboración con el fin de establecer las cláusulas básicas para el desarrollo y la gestión del tranvía.

No obstante, en estos momentos, lo que más preocupa el Ajuntament es el hecho de que parte de esta infraestructura vial depende de recibir la financiación de Madrid -que todavía no ha llegado-. Precisamente, éste es un condicionante fundamental que marcará el calendario para empezar a ejecutar el proyecto «estrella» de esta legislatura.

Cada 400 metros
Para establecer el número de paradas, el Consistorio se ha basado en informes técnicos. Todos señalan la conveniencia de fijar un parada cada 400 metros de trayecto. La primera fase del recorrido, que unirá la Plaza de España y Son Sant Joan, oscila entre los 17 y los 18 kilómetros. La diferencia dependerá del punto por el que se haga acceder al tranvía dentro del aeropuerto, lo cual dará un pequeño margen de 42 o 44 paradas. Pero la verdadera complejidad del proyecto vendrá determinada por la solución que finalmente adopte Cort en cuanto al tránsito rodado que pasa ahora por las Avenidas, una de las vías con más afluencia de vehículos de Ciutat. En este anillo céntrico se establecerán alrededor de doce paradas. En este tramo, el Consistorio prevé la posibilidad de poner una sola parada que sirva para los dos sentidos del tranvía, que ocuparía dos carriles enteros de una misma calzada.

Los estudios de movilidad que está haciendo Cort para resolver la alternativa de los coches en las Avenidas manejan como posibilidad más firme desviar el tráfico por la calle Antoni Marquès y pasar por el Parc de les Estacions, Jacint Verdaguer, Balmes y Manuel Azaña. Esta última vía conduce directamente hasta el Passeig Marítim. En todo caso, la idea que proyecta Cort es la de provocar desvíos en calles del Ensanche que conduzcan al Passeig Marítim y que conecten tambien con las Avenidas. El caso es que la alternativa obligará a reordenar el tráfico de unos 20.000 vehículos diarios que circulan por este anillo. En todo eso, la construcción del tranvía tampoco tiene que ser incompatible con la ejecución de un segundo cinturón por los accesos a Palma