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La fiesta de Sant Antoni de Viana, próxima a celebrar, nos depara a los mallorquines una de las especialidades más exquisitas de la gastronomía autóctona: la deliciosa espinagada, que teniendo su especial protagonismo en sa Pobla y Muro, no es ajena al público de Ciutat.

«Eso sí -explica la la poblera Margalida Serra, propietaria del horno Reina María Cristina de Palma- un poco más rebajada en especias, ya que en mi tierra, sa Pobla, las aderezamos muy picantes».

En el obrador de este horno, Francisco Caimari, pobler de can Ponset, elaboró varias piezas de espinagada ayudado por Margalida Serra, Magdalena Sabater y Juana Moyá. Ellas fueron quienes previamente se las vieron con el trabajo de preparar las verduras para las piezas de las especialidades de anguila y de lomo.

La pasta se elaboró a partir de un litro de agua, 1/2 kg. de manteca, 1/2 kg. de aceite de calidad y harina floja la que tome. Debe quedar una masa flexible, buena para moldear.

Para las espinagades de anguila se extiende la pasta en forma de círculo y sobre ella se pone un lecho de la mezcla de espinacas, guisantes, acelgas, cebolletas, ajo y perejil picados en cantidad, pimentón picante al gusto, un poco de pimienta sal y aceite. Sobre éste se colocan las anguilas y se cierran dos bordes hacia el medio plegando los lados sobre dicha mitad pellizcando un poco.

Para la espinagada de col se coloca sobre la pasta un buen lecho de col blanca y coliflor cortadita pequeña, ajos, aceite, sal, pimentón al gusto, pasas, carne magra aliñada y un poco de manteca colorada. Se cierra de igual forma y se colocan en el horno hasta que estén bien cocidas.

Margalida Serra explicó que «las piezas que elaboramos pesan unos dos kilos y su precio es de 24 euros para las de lomo y 32 para las de anguilas que nos llegan desde sa Pobla. La espinagada tiene mucho tirón entre el público de todas las edades».

Amalia Estabén