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Los peores augurios no se han cumplido y Balears no cierra el ejercicio de 2008 con ochenta mil parados, de todos modos la cifra real no es menos escalofriante: 73.298 personas se encuentran sin trabajo a 31 de diciembre, 23.294 más que doce meses antes. La tasa de paro en las Islas ya ronda el 15 por ciento, un drama social y económico que afecta a miles de familias.

La consellera de Treball i Formació, Joana Barceló, considera que la destrucción de empleo en Balears ya se ha estabilizado y que los próximos meses no depararán cambios sustanciales en las cifras de parados. Este anuncio no se puede considerar un consuelo, en torno al 40 por ciento de los desempleados de nuestras Islas no cobran ningún tipo de prestación o subsidio por desempleo; circunstancia que permite entrever la severidad de las consecuencias que tiene la crisis económica.

Deberán transcurrir varios meses hasta que el inicio de la próxima temporada turística y la puesta en marcha de las obras públicas proyectadas logren aliviar las cifras de paro en Balears, hasta entonces no parece que se logre dar marcha atrás en la dinámica actual. Cabe esperar que, tal y como vaticinan los analistas más optimistas, a partir del segundo semestre del año comenzarán a darse los primeros síntomas de reactivación económica. En todo caso será muy difícil alcanzar las tasas de empleo obtenidos en los últimos años, entre otras razones debido a que no es previsible un nuevo desarrollismo en el sector de la construcción; un error que no se debería volver a cometer.

El president Antich reconocía que el paro era el problema prioritario de Balears, lo importante es que realizado el diagnóstico se acierte en el remedio.