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También existe la Nochebuena de los sin techo, de los que no tienen familia, o de los que la tienen pero como si no la tuvieran, todo porque la vida los ha maltratado, los ha dejado de la mano de Dios y de los hombres. Hombres y mujeres prematuramente viejos. Hombres y mujeres que han pasado del tener algo a no tener nada en algo más de un año. Algunos han quedado atrapados por la enfermedad, otros, de la mano del alcohol, han caído un poco más abajo, y otros, empujados por la droga, han ido lo más profundo del abismo. Y los hay también que han llegado desde tierras lejanas, que tratan de abrirse camino y que viven con otros como ellos en pisos-pateras... «Viniendo aquí nos ahorramos una cena, estamos con gente, y hablamos aunque sea un rato...» Pues para ellos también ha habido Nochebuena. Desde luego una Nochebuena no familiar, pues o no tienen familia, o como hemos dicho, es como si no la tuvieran.

Nosotros estuvimos en dos centros de acogida de marginados, Zaqueo y Can Gazà. Zaqueo abrió sus puertas temprano: a las seis de la tarde ya estaba sirviendo cenas. En Can Gazà fue un poco más tarde, las nueve, como cada noche
Así, Paco Sanz, de Zaqueo, nos decía que esperaban a unos ciento cincuenta, en cuyas mesas los voluntarios iban colocando el primer plato, un rico variado. «Luego comerán pollo asado, y de postre, macedonia y turrón. Y por ser la noche que es, les daremos una copita de sidra. Por último, excepto unos pocos que se quedarán a dormir aquí, sobre colchonetas, en el suelo, los demás se irán a donde pernoctan; incluso alguno pasará la noche en la calle pura y dura. Incluso más de uno sin saber adónde ir, se buscará la vida por los contenedores».

Jaume Santandreu había dispuesto en Can Gazá un bufé apetitoso y variado, «por supuesto sin alcohol», elaborado con productos «de los que hemos hecho aquí y de los que nos ha traído la gente y el Govern. Y sobre las diez de la noche, quien más quien menos, estará en la cama Como cualquier otra noche. ¿Que si es una noche familiar? Aquí la familia somos nosotros. Porque la familia de cada cual no viene. Salvo a unos pocos, muy pocos desde luego, no les interesa para nada la vida del familiar que está aquí. Por tanto, cuanto antes pase la Nochebuena, mejor para todos»

De acuerdo, pero a todos, Feliz Navidad.