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S.CARBONELL
Un grupo de personas que «trabajamos y hemos trabajado en los últimos años» para la Junta de Balears de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) han remitido una carta a los medios de comunicación «con el objetivo de dar a conocer lo que hemos vivido en primera persona».

En el escrito, muy crítico con la actual directiva de la Junta de Balears, que preside Teresa Martorell, quien a la vez ejerce como edil del PP en el Ajuntament de Calvià, especifican que «lo primero que piensas cuando te contratan en una ONG como la AECC es que va a ser una experiencia muy enriquecedora y humana» y apuntan que «a medida que pasa el tiempo te vas dando cuenta que ese objetivo es totalmente irreal y te cuestionas, entonces, ¿si no son los afectados de cáncer? ¿Cuál es su objetivo?», concretan.

Este grupo de personas sostiene, en su escrito, que han seguido trabajando «al ver que hay tantas personas que necesitan nuestra ayuda» y no por la labor llevada a cabo por los responsables que son quienes deciden «a golpe de puro capricho» «sin admitir otros puntos de vida, sin intercambios de opiniones o asesoramiento con expertos en Oncología y sin ninguna sensibilidad hacia los afectados».

En el escrito, en el que han participado tres ex trabajadores de la junta local, se cuestionan los programas llevados a cabo y se apunta que se están recortando los servicios porque la directiva «quiere construir una nueva sede valorada en millones de euros».

Acusan a Martorell y su equipo de deshacerse de los llamados psicooncólogos para afectados y familiares y de que los programas, como 'Mucho por vivir', destinado a mujeres diagnosticadas de cáncer de mama, sólo atendió psicológicamente el año pasado «a unas 200 mujeres» cuando, según los denunciantes, «hay miles y sólo llegamos a un bajo porcentaje de todas ellas».

«¿Dónde va el dinero que se recibe del Gobierno central cada año para este colectivo de afectadas?», se preguntan los denunciantes.
«Nuestro deseo sería ver un día esta ONG capitaneada por gente honesta, sensible y cercana a los pacientes, que no se mezcle en política, que no esté en la AECC para sacar algo en su propio beneficio» y que no conduzca «la AECC igual que si fuera una empresa de publicidad», especifican y apostillan que «la gente de estas Islas nos merecemos una asociación de ayuda a los afectados de cáncer mejor», concluyen.