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La aún consellera de Treball, Margarita Nájera, que asumirá la próxima semana el ambicioso proyecto de rehabilitación de la Platja de Palma, lanzó ayer un mensaje de total colaboración al sector turístico y afirmó que aunque en el pasado «algunas cosas se hicieron mal», el turismo había sido «casi una bendición» para Balears.

Nájera recordó que las Islas habían sido pioneras y que ahora lo volverían a ser con la rehabilitación de la Platja de Palma. Aseguró que marcaría el proceso de cambio que Zapatero quiere dar al turismo en España y que varias ciudades ya están mirando «con lupa» el proyecto para promover una iniciativa similar. Lo relacionó con la reforma de la ría bilbaína, que cambió la fisonomía de Bilbao (donde ella nació) y mantuvo que nunca en las Islas se había afrontado una reforma de ese calado. No será una tarea fácil, recordó que se prolongará durante diez años, pero indicó que «me atraen los retos».

Nájera, que hubiera sido la consellera de Turisme de no haber recaído esa cartera en UM, no dio pistas claras sobre la remodelación del Govern que ahora debe acometer el president Antich, y que se concretará a lo largo de la próxima semana, pero insinuó que ya le había hecho algunas sugerencias sobre la persona que podría sucederle al frente de la Conselleria de Treball, donde ayer compareció ante los medios de comunicación arropada por varios cargos de su departamento que acudieron a escucharla.

Nájera negó que deje Treball por la mala situación económica y mostró una valoración positiva de su gestión en ese departamento. Destacó las medidas que se habían puesto en marcha y explicó que una de las primeras comparecencias de la persona que le sustituya será para presentar el ambicioso plan de medidas elaboradas en esos meses.

«No es una huida, yo no huyo», dijo al ser preguntada al respecto.
En relación al futuro, insistió en que la reforma de la Platja de Palma es un «proyecto de estado». La comparó, en otro momento, a la reconversión industrial que en su día afectó a Sagunto.

Tras criticar el turismo residencial porque no crea empleo y «tiene mucho que ver con la especulación», la nueva gerente ha defendido la necesidad de potenciar una industria turística generadora de empleo estable y que aumente su productividad, no solo en los meses veraniegos, sino también en invierno.

Por el momento, y debido a la «complejidad» del proyecto, Nájera no quiso dar cifras acerca de cuándo podrían comenzar las obras, ni qué coste podrían tener. Mañana lunes se reunirá con el conseller Buils.