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Joaquín Gasca fue ayer durante unos minutos el president Antich. Bueno, no exactamente. En realidad, lo que hizo fue sentarse en su escaño. Gasca, que había sido profesor de Pere Rotger en Inca, fue una de las centenares de personas que ayer pasaron por el Parlament en la primera de las jornadas de puertas abiertas que ayer se celebraron en la Cámara balear al cumplirse 25 años de su constitución.

La presidenta del Parlament, Maria Antónia Munar, estaba de viaje y fue Pere Rotger el encargado de recibir al primer grupo de visitantes, formado mayoritariamente por estudiantes de la Escuela de Protocolo. Uno de sus profesores, Antoni Salom, jefe de Protocolo del Consell de Mallorca, siguió la visita como uno más, sin perder detalle de las explicaciones.

Varios grupos pasaron ayer por las dependencias de la Cámara. La mayoría de las personas no habían entrado nunca al Parlament.
Rotger se refirió a que «siendo la Casa de todos, mucha gente no ha entrado nunca». Alguien, del grupo, salió al quite: «Yo lo he intenté un día pero los de seguridad no me dejaron». El vicepresidente explicó que quizá estaba lleno y le animó a intentarlo otra vez. Ujieres de la Cámara hicieron ayer de guías de los diferentes grupos. A casi todos les llamó la atención que una de las salas donde ahora se reúnen sus señorías fuera en su día la sala de esgrima. O que el salón de plenos fuera el salón de baile. La biblioteca también interesó mucho. Fue una sorpresa para mas de uno, saber que esa biblioteca es pública.