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NEUS AGUILÓ El Día Mundial de la Oración se celebró ayer en 170 países del mundo. Se trata de un movimiento a nivel mundial que reúne a mujeres cristianas de varias tradiciones el primer viernes de marzo para rezar conjuntamente.

Los orígenes de este día mundial se remontan al siglo XIX cuando las féminas cristianas de Estados Unidos y Canadá iniciaron una variedad de actividades cooperativas en apoyo de la participación de la mujer en la obra misionera nacional y extranjera.

Esta celebración religiosa tiene lugar cada año y las oraciones, que se realizan en más de mil idiomas, comienzan con el primer rayo de luz en Tonga y terminan cuarenta horas después en Alaska. Cada año un país distinto es el protagonista y las mujeres cristianas de Guyana son este año las anfitrionas de esta fiesta; se trata de un país de 750.000 habitantes que aglutina diferentes culturas y grupos étnicos. El 52% de la población es cristiana, el 34% es hindú, el 9%, musulmana y el 5% restante pertenece a otros credos.

Mujeres de distintas confesiones celebraron ayer en la iglesia de los Caputxins el Día Mundial de la Oración. El acto fue organizado por mujeres creyentes que residen en Mallorca y que proceden de distintos países. Lillemor Huhcc, representante de la iglesia sueca, fue la encargada de presentar el acto en Palma. Explicó que «las mujeres de Guyana son las beneficiarias de sus antepasadas y durante años, estas mujeres habían tomado parte en rebeliones de esclavos porque lucharon por la libertad y a su propia manera contra el colonialismo y la discriminación reconociendo que estas luchas estaban ligadas a su búsqueda de los derechos de las mujeres. Las mujeres guayanesas han heredado la firmeza que ahora se refleja en su condición social y judicial en desarrollo».

Una vez concluida la intervención de Lillemor Huhcc, el templo dels Caputxins acogió distintas oraciones pronunciadas por mujeres de ocho países. Los fieles participaron de un acto en el que se alternaron los cantos con las lecturas en distintos idiomas, intercalando momentos de silencio y de oración. Lecturas en francés, catalán, inglés, sueco, alemán, polaco, noruego e italiano sirvieron para unir a féminas cristianas pertenecientes a distintas religiones, como la cristiana y la protestante. Con este acto que se celebra todos los años en Palma, sus organizadoras pretenden reunirse para orar conjuntamente y trabajar para la convivencia el respeto de todas las creencias religiosas.