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Dos pavos reales y dos hurones fueron los animales más exóticos que ayer desfilaron por el centro de Palma en las tradicionales Beneïdes de Sant Antoni. Alrededor de 60 caballos, algunos engalanados con sus mejores galas, y una larga lista de perros, alguno con chandal, bufanda y con traje de princesa, protagonizaron un desfile que se inició a las 10.30 horas en la explanada de la Seu, lugar donde se concentraron todos los participantes.

Por espacio de una hora, y animados por los Dimonis de Santa Margalida, turistas y residentes fueron llenando los alrededores de la Catedral a la espera del comienzo del desfile. Muy puntual, a las 11.30 horas iniciaron el recorrido los 12 caballos y un poni de la Policía Montada, seguidos de los Tamborers de la Sala y de la Banda Municipal de Música.

Antes de que los palmesanos pudieran pasar ante Josep Cabrini, rector de Sant Miquel, para que sus animales fueran bendecidos, hicieron lo propio la carroza Parcs y Jardins, del Centre Natura de Emaya, de Son Reus, el Grupo Cinológico de la Guardia Civil, la Unidad Canina de la Policía Nacional, un miembro de la OCE (que desfiló con su perro guía), el Centro Canino Internacional y una representación de los perros adiestrados por los Bombers de Mallorca.

Alrededor de 6.000 personas, según fuentes de la Policía Local, se congregaron en el tramo que abarca desde la Seu hasta el Claustro de Sant Antoniet para aplaudir o participar en unas Beneïdes mayoritariamente caninas que, de modo excepcional, fueron testigos de cómo un gato se escapó de los brazos de su dueño y corrió despavorido entre la multitud.

Mercedes Azagra