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El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, respaldó ayer la postura de la Iglesia católica expresada el pasado día 31 de diciembre, en el acto celebrado en la plaza de Colón de Madrid, respecto a cuestiones como la familia o el matrimonio y aseguró que el tono de la reivindicación «fue muy normal».

Murgui declaró que la Iglesia católica «no quiere imponer, sino ofrecer» su visión y sus convicciones sobre temas capitales y reclamó que «los que no piensan igual, en vez de enfadarse, traten de valorar qué puede haber de positivo en lo que dice la Iglesia o si ésta puede tener razón en algún punto»

El prelado realizó estas declaraciones ayer, festividad del Santíssim Nom de Jesús, día de su onomástica, al ser preguntado por el acto celebrado por parte de la jerarquía de la Iglesia, en el que él mismo participó, en favor de la familia cristiana y en contra de algunas leyes del actual Gobierno, como la que regula el divorcio exprés o el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

Defendió el derecho y la conveniencia de la Iglesia católica a expresar su opinión «con respeto» sobre grandes asuntos e insistió en dejar claro que «lo digo sin enfado, ni crispación».

«Lo bueno es siempre poder hablar, opinar y respetarse. Y se debe saber que por parte de la Iglesia hay una sensibilidad importante hacia estas cuestiones, que se expresa con el máximo respeto y consideración, porque se quiere ofrecer y proponer a la sociedad nuestra visión, que no es nueva, es la que ha mantenido la Iglesia desde siempre».

Según recordó «los responsables de la Iglesia manifestaron sus convicciones, pero la Iglesia no es sólo su jerarquía, se habló de que allí había unos dos millones de personas que corroboraron con su presencia una forma de sentir y de pensar».

Para acabar aseveró que «yo no digo que los que no opinan igual quieran el mal para la sociedad, lo que digo es que nosotros queremos el bien y por eso lo ofrecemos, sin imponer». El obispo anunció que mañana parte hacia Burundi, «para visitar a los misioneros mallorquines que trabajan en ese país africano, tal como hice el año pasado en diferentes localidades de Perú».