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El pasado lunes por la mañana, decenas de palmesanos y palmesanas, así como de visitantes, acudieron a la Plaça de Cort para presenciar los diversos actos previstos en la tercera jornada de la Festa de l'Estendard. Cabe recordar que a lo largo de tres jornadas "hasta 2005 eran sólo dos", en concreto, los días 29, 30 y 31 de diciembre de cada año, la llamada Festa de l'Estendard conmemora la toma de Palma por parte del rey Jaume I y sus tropas el 31 de diciembre de 1229. La celebración de este acontecimiento histórico se remonta a principios del siglo XIV. Su formato actual, con la ofrenda floral al rei en Jaume el día 30 en la Plaça d'Espanya, y con la colocación del Estendard en la Plaça de Cort un día después, data del siglo XX.

A diferencia de lo ocurrido en la ofrenda floral y en la misa del pasado domingo, cuando los ediles del Grup Municipal Popular que acudieron a ambos actos lo hicieron como representantes del PP, pero no del Consistorio, en protesta por los cambios introducidos este año en la Festa de l'Estendard, actos a los que tampoco acudió el teniente de alcalde de Benestar Social i Participació, Eberhard Grosske, del Bloc, en la celebración del pasado lunes sí estuvieron presentes la práctica totalidad de los ediles del Consistorio, lo que supuso también un cambio con respecto a la lectura del pregón del pasado sábado en el salón de plenos de Cort, en donde un edil del PP y seis del equipo de gobierno "conformado por el PSOE, el Bloc y UM" no acudieron a dicho acto.

La celebración del lunes se inició poco después de las 10.15 horas, cuando los ediles del Consistorio colocaron un palo forrado de murta con una senyera, que simboliza el Estendard Reial, en el centro de la plaza, en donde también se colocó la cimera del rey Martí, mientras la Banda de Música Municipal interpretaba el himno de Mallorca, 'La Balanguera'. Después, la alcaldesa de Palma, la socialista Aina Calvo, y el resto de ediles se dirigieron a la Catedral, precedidos por la Policia Local, los Tamborers de la Sala, los Cossiers, los Cavallets de la Escola de Música i Danses de Mallorca, los jinetes de la Confraria Balear de Cavallers de Sant Jordi y los Ministrils del Consell. Cuando la corporación llegó a la Seu, Grosske, como ya había anunciado semanas atrás, no entró en la Catedral y volvió a Cort.