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uriosidad, expectación y sorpresa son las palabras que mejor pueden describir la reacción de los asistentes a Abraxas el viernes para presenciar el espectáculo Manu Mission, que es la liberación sexual del individuo. Vestimenta de preferencia roja y negra y algunos accesorios fueron lo más significativo para la puesta en escena, entre ellos destacaban trajes de cuero y látex, disfraces, maquillaje, látigos, cadenas, tacones y lencería; estos elementos lograron generar un ambiente cargado de erotismo y sensualidad.

Go-gos en distintos puntos de la disco, casi mezclándose con el público se movían al ritmo del dance y la electrónica, fueron creando al ambiente propicio para el plato fuerte de la jornada, la presentación de Diana Lucero, luciendo un largo abrigo de cuero, látigo en mano, acompañada de dos chicos personificando a unos demonios, quienes fueron doblegados por ella después de realizar una danza con un alto grado de erotismo.

Fue el turno de las cámaras y teléfonos móviles de los presentes, en su mayoría hombres que abarrotaban el lugar, todos intentaban estar lo más cerca del escenario, para llevarse alguna foto o un pequeño vídeo como recuerdo de una noche de fantasía y seducción, más que de placer con dolor. La fiesta continuó hasta el amanecer. La lujuria y el placer quedaron atrás sin lograr que el Marqués de Sade saliera de su tumba. lCristián Castro
(texto y fotos)