Imagen de José Félix, amenazado por ETA, que abandonó el País Vasco para establecerse en Mallorca. | Pep Bergas

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José Félix Ramajo Blanco es vasco, de Irún, aunque desde 2000 ha fijado su residencia en Palma. Es instructor de seguridad, el mejor de España, porque es el único español que trabaja desde 2005 en la International Securit Academy (ISA), cuya sede, y principal campo de entrenamiento, está en Hertzeliya, a nueve kilómetros de Tel Aviv (Israel), país que es la cuna de la seguridad mundial. Para llegar hasta ahí, el camino no ha sido fácil. Ha costado lo suyo. Años y un historial brillante.

José Félix empezó trabajando en una empresa de seguridad del País Vasco llamada Esabe Spress, «que ya no existe». Fue, luego, escolta de los ingenieros que construían la autovía de Leizaranz. Más tarde, pasó a formar parte del servicio de seguridad de los banqueros Mario Conde y Enrique Lasarte. A raíz del asesinato del político del PP Gregorio Ordóñez, cuidó de la seguridad de jueces, magistrados y otros políticos del País Vasco.

En 2004, a poco de salir las tropas españolas de Irak, llega a Bagdad, dando seguridad a empresarios árabes que desean invertir en el país. En 2005 ingresa en ISA, donde sigue trabajando. Su lema es To be the best, train with the best. «Si quieres ser el mejor, entrena con los mejores».

Gente cualificada

Además de mostrar currículum, José Félix tuvo que demostrar que estaba preparado para desempeñar el trabajo de instructor en dicha academia, por lo que fue sometido a una serie de pruebas físicas, tales como -por mencionar algunas-, correr 3.000 metros en 14 minutos; 400, en 65 segundos; entre cuatro transportar a un quinto en camilla (alunka, en hebreo), a lo largo de seis kilómetros, en menos de 35 minutos; hacer rapel, tener conocimiento de las principales armas cortas y largas, saber disparar. Y él lo consiguió, salió airoso.

«La ISA está dirigida por David Mirza, ex general de Ejército de Israel, y casi todos sus instructores son coroneles de dicho ejército. Entre ellos está el coronel Pazi Zafrir de los servicios secretos y 25 años de servicio en la seguridad de los primeros ministros; Doron, instructor de combate y el responsable de un grupo especial que realiza incursiones en territorios hostiles, y el coronel Avikatz, responsable de la seguridad de la compañía aérea Israelí El-Al».

Ramajo, como instructor de ISA, entrena a militares, policías y miembros de empresas de seguridad privada de cualquier país que lo pida, así como a miembros de seguridad que tienen intención de trabajar en países de alto riesgo, como Colombia, sin duda el mas peligroso, Irak, Afganistán, etc., donde pueden llegar a ganar unos 15.000 euros al mes, cinco veces más de lo que ganan, por ejemplo, en el País Vasco.

«¿Terroristas?? No, nunca. A través de las embajadas de sus países, nos aseguramos de quién es el que solicita hacer el curso. ISA es una compañía homologada y amparada por el gobierno de Israel, por tanto rechaza a los mercenarios y a los grupos que atenten contra cualquier gobierno legal, aparte que nosotros sólo nos dedicamos a instruir sobre seguridad. Y por supuesto, nada que ver con la norteamericana Blackwater, ahora en entredicho por sus actividades violentas contra la sociedad civil en Irak». «¡Ah bueno?!, todo aquel que es aceptado en ISA significa que no tiene nada pendiente con la Justicia, cosa que también verificamos», apostilla.

Viajes

Por norma general adiestran en Israel, «pero, en según que circunstancias, viajamos al país que nos contrata. Es más fácil desplazar a un equipo nuestro a, por ejemplo, Nigeria, cuyo gobierno nos contrata para adiestrar al servicio de protección presidencial, que hacer que ésta, que puede ser bastante gente, se desplace a nuestro campo». Por esa razón, José Félix ha estado adiestrando a seguridad privada iraquí en el campo de Endurance, en Bagdad, en el que generalmente se entrenan las tropas iraquíes. Y también, por los mismo motivos, ha viajado a Kenia, Guinea Conakry y Afganistán, «a donde debo volver en febrero».

Un curso completo de adiestramiento en protección en la ISA puede costar alrededor de 15.000 euros por persona y dura dos meses.

Armas

En cuanto al armamento que utilizan en los adiestramientos, suele ser muy variado. En pistolas cortas usan la Jericó, Glock, Sig-Sauer, Walter; en armas largas, el Magal, Uzi, Mini uzi, Micro uzi, AK 47, M16, R15, MP5, Barret 12.70, con un proyectil del tamaño de una botella de Coca-Cola, con alcance de dos kilómetros, capaz de dejar mal parado a un blindado. Entrenan también con lanzagranadas, entre ellos, el C90 desechable.

Uno de los problemas con que se encuentran en países de alto riesgo, sobre todo a la hora de dar seguridad a los convoyes, son las emboscadas, que pueden ser diversas, desde las que puedes evadirte a las que te tienes que detener porque estés rodeado por todas partes. «Naturalmente, para tratar de evitarlas, has de buscar rutas alternativas, pero en el caso de que aún así te embosquen, has de saber salir de esa situación, sin duda, muy peligrosa», comenta.

Lo peor

«Una emboscada puede ser lo peor a lo que te enfrentes», dice este experto. «Por ello hay que hacer las cosas bien. De ahí que a cada individuo de la escolta se le instruye para que, llegado ese momento, sepa lo que tiene que hacer, tanto él como la persona o personas a las que esta dando protección. Desde luego, lo fundamental en una situación como esta es saber salir de ella, buscar cómo escapar sin enfrentarte al enemigo... a no ser que no quede más remedio. En pocas palabras, que el método, en este caso, siempre ha de prevalecer por encima de todo lo demás. Aquí no valen los Rambos, a esos no les queremos. ¿Sabes lo que solemos decir si surge una situación muy peligrosa? Pues que si ves que no discurre bien, procura guardarte la última bala para ti».

Otra de las cosas que enseña ISA es a detectar francotiradores. «Una vez descubiertos tienes que informar al Ejército, o bien a la empresa que nos contrata, y que sean ellos los que den las órdenes sobre lo que hay que hacer con ellos. Nuestro trabajo no es el de abatirlos, sino localizarlos e intentar salir de la zona».