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Elegir una carrera es una de las primeras decisiones importantes de la vida de los jóvenes estudiantes y no se debe tomar a la ligera, aunque en algunos casos, y debido a la nota de selectividad, sí suceda. El inicio de los estudios universitarios cierra un ciclo vital y abre otro; es la frontera que hay que cruzar para empezar el recorrido hacia la época adulta llena de responsabilidades y deberes.

Decidir entre una u otra carrera depende de los objetivos y las perspectivas de futuro de cada joven. También las preferencias y las habilidades son dos características decisivas para determinar qué opción escoger.

Así, un estudiante interesado en ayudar a los demás se inclina por Psicología o Trabajo Social; uno que quiere transmitir enseñanza optará por Magisterio o Pedagogía, mientras que los que sientan especial interés por los tiempos pasado escogerán Historia o Historia del Arte o los que quieran velar por la salud preferirán Medicina o Enfermería. Muchos toman esa decisión en plena infancia motivados por la herencia familiar o simplemente por sus gustos.

Esta elección varía o se fortalece con los años y, en algunos casos, se debe desechar obligadamente debido a que no llegan a la nota exigida para acceder a la carrera elegida. Precisamente, Magdalena, estudiante de primer curso de Administración y Dirección de Empresas (ADE), tuvo que escoger esta carrera «porque la nota no me bastaba para estudiar Arquitectura, que es lo que realmente quería hacer». Pese a este forzado cambio, se muestra muy ilusionada con esta nueva etapa.

Carla, estudiante de Psicología, tampoco ha podido estudiar Medicina Forense por la nota, pero sus planes son estudiar Criminología como especialidad.
Pero otros muchos estudiantes sí han podido acceder a la carrera con la que habían soñado. Es el caso de María, Natalia y Noelia, que decidieron estudiar Trabajo Social porque quieren ayudar a los demás. «El día de mañana quiero sentirme realizada por hacer algo por los demás», explica María.

Manu Cases estudia Psicología «porque quiero ser policía y para ello necesito conocimientos para tratar con las personas». Su amigo, Alberto García, tiene otros motivos para estudiar Derecho; «se me da muy bien empollar y esta es la carrera perfecta». Otros jóvenes, se plantean las salidas laborales que tienen cada carrera y después determinan cuál estudiarán. Así lo hizo Juanma García que optó por Económicas.