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El metro se inunda porque las salidas de ventilación, así como las escaleras de acceso al suburbano están construidas a ras del suelo. Ese es la conclusión a la que ha llegado Emaya quien, además, acusó al anterior Ejecutivo (del PP) de no haber solicitado ningún informe técnico y de haber sido advertido de lo que podría pasar.

La presidenta de Emaya, Cristina Cerdó -que lleva tres meses en el cargo- no negó en ningún momento que el sistema de pluviales del Polígono no diera abasto; recordó que la instalación tiene «cuarenta años» y que en casos de fuerte lluvia, y al tratarse de una zona inundable, es difícil resistir el empuje del agua.

Precisamente por eso, insistió, la obra del metro no tenía que haberse improvisado.
Cerdó indicó que hubiera bastado con construir las rejillas de ventilación, por donde entra el agua, algo más elevadas, y no a ras del suelo. También consideró que habría que construir un altillo que hiciera de desnivel para evitar que el agua entrara directamente por las escaleras.

La presidenta de Emaya, acompañada de un técnico de la empresa y de la gerente de la misma, lamentó que se pretendiera trasladar al Ajuntament, de quien depende Emaya, una responsabilidad que no le compete. Incluso reveló que durante las obras, algunos técnicos informaron a de los inconvenientes de la zona para que adoptaran soluciones y que la respuesta fue que tenían que terminar pronto y que ya adoptarían alguna solución provisional.

En relación a este asunto, el conseller de Mobilitat del Ejecutivo, Biel Vicens, solicitó ayer una comparecencia ante el Parlament para dar cuenta de la situación real del servicio del metro. Desde el Ajuntament se ha habilitado un medio de transporte alternativo, gratuito igual que el metro: un servicio especial de autobuses que cubre el mismo trayecto y que efectúa las mismas paradas.

Desde la Empresa Municipal de Transports se informó ayer que la media de usuarios del transporte alternativo (que se incrementará a partir del lunes, cuando empiecen las clases la UIB) es de 1.200 pasajeros al día. La media de usuarios en cada trayecto es de 20 personas y se efectúan 60 al día, explicaron desde la EMT.