El Govern balear, que ha decidido considerar, «con todas las reservas», la opción de Son Hugo para el nuevo hospital, quiere resolver «lo antes posible» una cuestión que será decisiva para dar el 'sí' a la nueva ubicación: que no haya que convocar un nuevo concurso y que las empresas adjudicatarias del proyecto de Son Espases puedan encargarse del proyecto.
Esta es una de las novedades de la jornada de ayer en relación a la polémica que ha marcado el inicio del curso político en Balears y que ha provocado las primeras diferencias en el Ejecutivo de centro izquierda que gobierna las Islas.
Fuentes del Ejecutivo han explicado que lo que ya está claro es que la reforma de Son Dureta queda descartada y que, «dada la solvencia de quien presentó la propuesta a la Ejecutiva», en referencia a Francina Armengol, presidenta del Consell, la Presidencia del Govern ha dado órdenes a todas las conselleries más directamente implicadas para que agilicen los trámites. «Aún estamos dentro del margen», dijeron a este diario. El Ejecutivo insiste en no hablar de «tercera vía» hasta que sea factible. Ahora, dijeron, aún no es viable.
Las indagaciones son a varios niveles pero lo que le interesa aclarar cuanto antes al Ejecutivo es si es factible «trasladar» al nuevo escenario el proyecto de Son Espases y que no sea precisó convocar un concurso. Aunque sin entrar en detalles, profesionales del Derecho han indicado a este diario que no.
Unió Mallorquina (UM), que había dado su total apoyo a Francesc Antich en el supuesto de que decidiera construir el hospital en Son Espases, no se opone frontalmente al estudio de la tercera vía, dijo Tomeu Vicens. Precisó, eso sí, que debe hacerse cuanto antes. El Bloc apostó claramente por la tercera vía e incluso lo consideran como propio. Algunas fuentes han indicado que la propuesta llegó a Armengol, y ésta la planteó en la última Ejecutiva del PSIB, a través de personas próximas a EU.
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