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La enfermedad de alzhéimer o mal de alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales.

Hoy, Día Mundial del Alzheimer, el doctor Joan Buades Reinés, especialista en Medicina Interna, jefe del Àrea Médica del hospital Son Llàtzer y académico numerario de la Reial Acadèmia de Medicina de Balears, pronunciará la «Presente y futuro de las demencias» en el salón de actos de la Fundació La Caixa, organizada por el Rotary Club Mallorca.

«El alzhéimer se caracteriza, en su forma típica, por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian», explica el experto.

En las Islas hay más de 13.000 personas diagnosticadas de mal de alzhéimer, y se estima que «entre 500.000 y 800.000 lo sufren en el Estado español», concreta Buades.

«Mi intención es explicar que es el alzhéimer, las causas que lo producen y sus posibles tratamientos, aunque no existe cura para la enfermedad, pero sí tratamientos que intentan reducir el grado de progresión de la enfermedad y sus síntomas», explica Buades.

El alzhéimer pasa por diferentes fases. La enfermedad se puede dividir en tres etapas: inicial, con una sintomatología ligera o leve, el enfermo mantiene su autonomía y sólo necesita supervisión cuando se trata de tareas complejas.

Una segunda fase, intermedia, con síntomas de gravedad moderada, el enfermo depende de un cuidador para realizar las tareas cotidianas y la tercera fase, terminal, estado avanzado y terminal de la enfermedad, el enfermo es completamente dependiente.

Tal y como reconoce el experto las causas de la enfermedad no han sido completamente descubiertas, aunque la edad es uno de los factores a tener en cuenta.

Los síntomas más comunes de la enfermedad son «alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, pérdida de memoria, dificultades de orientación, problemas del lenguaje y alteraciones cognitivas», explica el doctor Buades.

De hecho la pérdida de memoria llega hasta el no reconocimiento de familiares o el olvido de habilidades normales para el individuo.
Algo muy importante a tener en cuenta, explica Buades, es la necesidad de «cuidar al cuidador».