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Pasar desapercibidos, relajarse, desconectar, ver sin ser vistos, en definitiva. Intimidad y privacidad. Es lo que buscan, y encuentran, en Menorca, caras famosas, que durante el año ocupan espacios en los programas de televisión, en los diarios deportivos y en las revistas del corazón.

El verano se inició con la presencia de Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones en las fiestas de Sant Joan de Ciutadella. Presenciaron el Caragol des Born desde las terrazas de Cas Comte y al día siguiente observaron el espectáculo de los Jocs des Pla desde el antiguo hort de Can Saura.

Un año más, Raúl González, el delantero del Real Madrid, disfrutó del verano menorquín con su familia. Celebró en aguas menorquinas su treinta aniversario y fue visto en actitud cariñosa con su esposa, Mamen Sanz, en Son Bou, la misma playa escogida por el nuevo jugador del Liverpool, Fernando Torres. Otro futbolista internacional, Joaquín, del Valencia, se bañó con sus hijos en Binibeca.

Mercedes Milà intervino en el ciclo de tertúlies a la fresca del Ajuntament de Es Mercadal. Estuvo también en Menorca este verano Mónica, la menor de las hermanas Cruz, y la tertuliana televisiva Belén Esteban se perdió en el anonimato de las playas. Miguel Bosé reapareció en Maó, pero tuvo que interrumpir su actuación de la gira Papito; y Boris Izaguirre fue la gran atracción de las fiestas de Maó como pregonero.

Josep Pons Fraga