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Q.T.
El Govern de les Illes Balears ha empezado a trabajar para constituir una segunda eurorregión, ésta con el resto de islas del Mediterráneo, sin que ello suponga abandonar la estructura que ahora conforma con Catalunya, Aragón y dos departamentos franceses de la Catalunya Nord, todos ellos territorios de la antigua Corona de Aragón. Esta segunda red impulsaría un mayor reconocimiento en la Unión Europea de las desvantajas derivadas de la insularidad y perseguiría la financiación de proyectos que resuelvan problemas comunes.

El objetivo del Ejecutivo es sentar las bases de esta nueva estructura antes del próximo diciembre, cuando Balears dejará de presidir el Eurimed, el organismo europeo que ahora agrupa a las islas del Mediterráneo y que incluye a Córcega, Cerdeña, Sicilia, Malta y Creta, además de Balears. El proyecto se impulsa desde la Conselleria de Comerç, Indústria i Energia, que dirige la consellera Xisca Vives, y tiene el apoyo de la Direcció General d'Acció Exterior, dependiente de la Conselleria de Presidència.

De momento, el mayor aliado de Balears en esta iniciativa es la isla italiana de Sicilia, que lidera el proyecto y donde se ubicaría la sede de esta eurorregión si acabase convirtiéndose en realidad. En cambio, el escollo se plantea con Córcega por las reticencias mostradas por el Estado francés.

La nueva eurorregión, igual que la de la Corona de Aragón, tendría estructura y presupuesto propios, un presidente rotatorio y el reconocimiento oficial de la Unión Europea. El principal objetivo del organismo sería obtener financiación de la Comisión Europea para proyectos que resuelvan problemas compartidos. Actualmente, la mayor parte de las islas del Mediterráneo tienen problemas similares, relacionados con el transporte, el medio ambiente, la energía o la gestión de los residuos, entre otros.