Un joven musulmán lee atentamente en una mezquita palmesana un fragmento del libro sagrado del Islam, el Corán, buscando las enseñanzas de las escrituras sagradas.

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Desde hoy y hasta el 11 de octubre los cerca de 30.000 musulmanes que viven en Balears celebran el Ramadán, en el año 1428 de la era Hégira del calendario lunar que utilizan los países árabes. Un mes de ayuno, introspección y oración, cuyo principal objetivo es una depuración del espíritu, con la idea de mejorar, de conseguir ser mejores, dentro de los valores morales del Islam.

La fecha de inicio de esta festividad religiosa coincide con el inicio de un mes, que según su criterio, corresponde con el primer cuarto creciente visible después de la luna nueva. En Balears existen en la actualidad veintidós mezquitas, dieciséis de ellas en la isla de Mallorca, y concretamente tres en Palma, según datos de la Federación Islámica de Balears.

Trabajo
El Ramadán se compagina con el trabajo diario de todo musulmán. Aunque están exentos de él los niños pequeños menores de 12 años, las mujeres embarazadas y las que tienen el período, así como los enfermos y las personas mayores.

Durante la jornada no se puede beber, ni comer, ni fumar, ni tener relaciones sexuales. Una jornada se centra en el ayuno durante el día, y en el rezo, una o varias veces al día, especialmente por la noche donde además se lee cada día en una ceremonia especial vespertina una trigésima parte del Corán.

Con la caída de la noche las familias se reúnen para romper el ayuno con un vaso de leche o dátiles o simplemente con agua. O quizás comiendo una sopa 'harira' de verduras o couscous.