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GABRIEL ALOMAR La Casa Catalana de Mallorca celebró ayer en la Sala Ginjoler del Restaurante «Es Molí des Comte» y en presencia de su presidenta, Nuria Dalmau i Figuerers, la entrega de los Guardons Ars Magna, con motivo de la Diada Nacional de Catalunya.

La entrega de estos premios dio comienzo en 1995 y cada año recibe esta distinción un mallorquín o mallorquina que haya destacado en la labor profesional en Catalunya y un catalán o catalana que, a su vez, haya realizado una labor similar en Mallorca. Este año los galardonados han sido el mallorquín Gregori Guasp i Balaguer, profesor de matemáticas de la Universitat Autònoma de Barcelona, y la catalana Mercè Gambùs i Saiz, profesora de Historia de l'Art de la Universitat de les Illes Balears.

Entrega
El acto comenzó con una actuación de ball de bot a cargo de la Escola de Musica i Dança de Mallorca y a continuación tuvo lugar la entrega de galardones, a cargo de Santiago Florit, director general de Relacions Institucionals; y Aina Calvo, alcaldesa de Palma. En la ceremonia de reconocimiento asistieron entre otros invitados, Josep Lliteres, director general de Qualitat Ambiental i Litoral de la Consellería de Medi Ambient del Govern Balear; Eberhard Grosske, teniente de alcalde de Benestar Social; Monserrat Cases, rectora de la UIB, así como otros premiados en años anteriores como Tomeu Català, presidente del Projecte Home; Josep Planas, anterior presidente de la Casa Catalana, y Encarnación Pastor, ex consellera de Inmigració. El Cor Arraval de Santa Catalina preludió la cena con la interpretación de los himnos de Mallorca, La Balanguera, y de Catalunya, Els Segadors.

La presidenta de la Casa Catalana recordó durante su discurso que este año se inauguró la nueva sede de la Casa Catalana gracias a la ayuda de la Generalitat de Catalunya, del Govern y del Consell de Mallorca, pero reconoció que la entidad pasa por un momento delicado debido a la complejidad en el proceso de reforma del local. Aprovechó la presencia de representantes de las instituciones para pedir que continúe su colaboración. Nuria Dalmau invitó a todos los asistentes a que acudieran a conocer la nueva sede. «La Casa Catalana está abierta a todo el mundo y prevé todo un programa de actividades que fomenten nuestra lengua, cultura y tradición».

La presidenta de la Casa Catalana hizo un breve repaso a la historia de la entidad y anunció para el mes de noviembre el acto de entrega de placas a los socios con veinticinco y cincuenta años de antigüedad.

Gregori Guasp aseguró tras recibir su premio que «me siento orgulloso de pertenecer a una lista de gente tan ilustre». Por su parte, Mercé Gambús, aseguró que «me siento emocionada al compartir este acto con antiguos compañeros de la Universitat, como son Aina Calvo y Eberhard Grosske. Me siento una catalana de Mallorca». Mallorca y Catalunya «tienen una raíz común y un patrimonio cultural único en el mundo actual globalizado», concluyó Gambús.