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JOAN J. SERRA «Los océanos son los grandes olvidados de los problemas ambientales del planeta». Con estas palabras inició su discurso Herbert Bedolfe, presidente de la junta directiva de Oceana, organización internacional dedicada a la protección e investigación de los océanos, y que ayer tarde ofreció una recepción en es Baluard a representantes de la vida política, económica, social y medioambiental de Balears.

Bedolfe explicó a los presentes que Oceana se constituyó en 2001 en Estados Unidos y que en 2003 abrió en Madrid su sede en Europa, aunque también cuenta con delegaciones en ciudades como Santiago de Chile, Los Àngeles o Bruselas. Para el presidente de la junta directiva, que estos días se reúne en Mallorca, las campañas de Oceana se centran en cuatro ejes: protección de los hábitats marinos frente a la pesca destructiva y creación o ampliación de las reservas marinas; reducción de la contaminación marina; investigar y lograr el equilibrio del ecosistema marino; y reducción de las capturas accidentales y de los descartes de pesca.

Apoyo
Herbert Bedolfe explicó que «para conseguir sus objetivos, Oceana necesita apoyo político en el cumplimiento de las leyes y la colaboración de medios de comunicación, sociedad civil, empresas y fundaciones».

A continuación tomó la palabra el mallorquín Xavier Pastor, director ejecutivo de Oceana en Europa, para señalar que «nuestra organización se fundó al comprobar que sólo el 1 por ciento de los presupuestos de las organizaciones medioambientales estaba destinado a los océanos. No es que el resto estuviera mal utilizado, pero a la investigación y protección de los mares se dedicaba muy poco».

Pastor dio algunos datos sobre la preocupante situación medioambiental de los océanos: «Millones de ejemplares son pescados por flotas de carácter industrial que ni siquieran los quieren capturar y los devuelven al mar muertos o heridos; estas capturas, llamadas 'accidentales', suponen una cuarta parte de las capturas totales mundiales; hay delfines que presentan niveles tan altos de contaminantes vertidos al mar que podrían ser considerados residuos peligrosos; el 30% de los recursos pesqueros podrían colapsarse en el año 2048 por el ritmo insostenible e indiscriminado de la pesca industrial; la presencia de algunos especies ha caído al 10% de los niveles de hace 50 años; y el fondo marino arrasado por la pesca de arrastre equivale a todo el territorio europeo».

El director ejecutivo de Oceana recordó que «la pesca es la principal fuente de proteínas para mil millones de personas y da trabajo a 200 millones de personas en todo el mundo. Si no conseguimos que la pesca sea sostenible y no acabamos con los excesos de la pesca industrial de arrastre, los océanos quedarán esquilmados y la economía de una buena parte del planeta desaparecerá. El punto máximo de capturas mundiales se dio a finales de los años 80 y desde entonces, pese a las nuevas tecnologías, ha ido descendiendo, lo que da una idea de la situación actual y hacia dónde podemos llegar».

A escala local, Pastor reclamó al Govern «una política pesquera sostenible y responsable, y el cumplimiento de las leyes porque lo contrario sería una burla a los ciudadanos».

Asimismo, Pastor destacó que Oceana colabora con el Govern para que el 10% de las aguas de Balears sean declaradas reserva marina en 2010, tal como establece la Unión Europea. Ello supondría una extensión de 5.000 kilómetros cuadrados, equivalente a la superficie terrestre de las Islas.