Por primera vez, Balears contará con un representante en el Senado de carácter nacionalista y progresista, pues los anteriores pertenecieron a los dos grandes partidos nacionales. Ayer el Parlament designó a Pere Sampol senador autonómico durante los próximos dos años y medio. Como era de esperar, la designación contó únicamente con los votos de los partidos que integran el Govern, porque el PP prefirió votar en blanco.
Es quizá la oportunidad de que en una institución tan alejada de la ciudadanía como es el Senado se oiga hablar de los problemas que padece el Archipiélago con una visión diferente a las acostumbradas que han dado PP y PSOE. No se escuchará a Sampol expresarse en catalán, porque el reglamento senatorial lo impide, pero sí ha manifestado su intención de hablar de Balears, y mucho.
Tal vez con la llegada de Sampol a la Cámara Alta los miembros del Senado comprendan mejor la situación de nuestras Islas, tan largamente ignorada en el resto de España. Generadora de enorme riqueza gracias al turismo, ha sido olvidada una y otra vez por los distintos gobiernos a la hora de realizar inversiones públicas de envergadura. Muchos proyectos aprobados en el Congreso de los Diputados consiguen mejoras o modificaciones a su paso por el Senado y en ese trámite será fundamental la actuación del nacionalista mallorquín. Porque el tema de la financiación es particularmente importante para nuestra sociedad, secularmente ninguneada. Pero no solamente debe hablarse de dinero. También deberíamos hacer un esfuerzo por mostrar la personalidad de este Archipiélago, su idiosincrasia, su cultura, lengua y tradiciones propias. Así como otras comunidades de fuerte personalidad han dado a conocer su impronta en las instituciones "pensemos en Catalunya, País Vasco, Andalucía o Galicia", Balears también debe hacerlo.
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