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El Parlament vivió ayer el primer acto del enfrentamiento que previsiblemente mantendrán durante esta legislatura el grupo popular y Maria Antònia Munar, presidenta de la Cámara y líder de UM. La que debía ser la sesión inaugural de la legislatura, una fiesta solemne, acabó en bronca, con protestas de los diputados del PP y críticas hacia Maria Antònia Munar. Rosa Estaràs atacó a Munar por no permitir que se leyese una declaración institucional con motivo del décimo aniversario del asesinato de Miguel Àngel Blanco. Munar alegó que el plenario había terminado y que no podía leerse la declaración, que había sido entregada por el PP a todos los grupos pero que no pudo ser consensuada. El pleno vivió momentos de tensión y algunos diputados del PP, sobre todo José María Rodríguez, exigieron a Munar que aplicase el Reglamento del Parlament a rajatabla.

El plenario comenzó con la promesa de los dos nuevos diputados. Antoni Alorda sustituyó a Joana Lluísa Mascaró en el Bloc per Mallorca y Josep Melià a Catalina Julve en Unió Mallorquina.

Posteriormente, Munar pronunció el discurso de la sesión solemne de apertura de la legislatura. La presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, aprovechó para pedir un compromiso a los 59 diputados que conforman la Cámara autonómica para «escuchar y aprender» durante esta legislatura ya que, según subrayó, son dos requisitos «básicos» a la hora de poder representar a los ciudadanos.

Durante su intervención, Munar recordó que la Cámara no forma parte del poder Ejecutivo, por lo que subrayó que el poder legislativo que emana del Parlament se ejerce debatiendo, buscando el acuerdo e intentando «mayorías y consensos», algo que, según apuntó, implica a su vez no peder de vista que la búsqueda de mayorías para gobernar. «El que más apoyos obtiene es el que tira hacia delante su programa de gobierno», puntualizó Munar. La presidenta resaltó que tener mayoría absoluta no significa «hacer lo que uno quiera» ya que, según destacó, «todos los diputados son igualmente legítimos y representan una sensibilidad que merece el máximo respeto». Munar recalcó que sin alternancia «no habría democracia y sin estabilidad, tampoco». Además, Munar incidió en que las minorías se han de poder hacer sentir «y triunfar con la fuerza de sus argumentos».