TW
0

El barrio de Cort es, según sus vecinos, «la cara de Palma», una zona que hay que cuidar y mimar porque refleja lo que ha sido y es la capital palmesana. Gracias al Pla Mirall (hacia mediados de 2003) se rehabilitaron muchas calles, pero todavía hay mucho que solucionar. Antiguos palacetes, edificios restaurados y casas en franco abandono; tiendas 'de toda la vida' y franquicias recién instaladas; gente mayor, familias 'de siempre' y ciudadanos extranjeros conviven en un barrio en constante movilidad. Para Mateo Palmer, vicepresidente de la Asociación de Vecinos Cort de Ciutat (integrada en Fepae), el gran problema es el aparcamiento. En este sentido, Mateo Palmer asegura que el problema del aparcamiento es «el caballo de batalla de los vecinos» y por eso abogan porque en el Plan de Movilidad de Palma se incluya un aparcamiento exclusivo para residentes. «200 coches de vecinos en un párking eliminarían, y mucho, la presión que vive el barrio», que ya estuvo a punto de convertirse en una realidad hace cuatro años en la calle Conquistador pero, por problemas entre instituciones, se quedó «en agua de borrajas». Aun así, agradecen la inauguración hace escasos meses del párking de Antoni Maura, que está aliviando la presión circulatoria.

El problema de las pintadas afecta también a la zona ya que, a partir de las 20.00 horas, cuando cierran las sedes institucionales y se relaja la actividad policial, los grafiteros aparecen por el barrio dejando fachadas y barreras de establecimientos en un estado lamentable.