Los candidatos de la coalición de izquierdas saludan a cereca de un millar de asistentes al mitin. Foto: TERESA AYUGA

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NEKANE DOMBLÀS
El mensaje del Bloc quedó ayer claro en el mitin central que celebró esta formación política y que congregó a cerca de mil personas: hay que conseguir que la izquierda se movilice y vote al Bloc o de lo contrario posibilitarán la formación de otro gobierno «corrupto». Así el Bloc será decisivo para formar gobierno. El candidato de los nacionalistas al Parlament, Biel Barceló, animó a sus seguidores a luchar voto a voto. Fue crítico con UM, partido al que acusó de haber sido cómplice del PP durante esta legislatura, y aseguró que el Bloc no se presenta «para mancharse las manos» como ha quedado acreditado con la presentación pública del patrimonio de sus candidatos. «¿A qué espera Matas para hacerlo», se preguntó. Las referencias a la nueva vivienda de Matas sobrevolaron todo el mitin de los nacionalistas, con las intervenciones de prácticamente todos los participantes. El candidato a Palma, Eberhard Grosske, hizo alguna alusión, pero se centró en denunciar el gran negocio urbanístico que se prepara en el Moll Vell con la construcción del palacio de la ópera.

Incidió en la ingente cantidad de dinero público que ha entregada el PP a grandes empresas de la construcción y se mostró convencido de que esta generosidad de Matas tiene «retorno» en la «obscena y pornográfica campaña del PP». «Los palacios y palacetes deberían explicarse», señaló. Grosske fue muy duro con la gestión realizada por Catalina Cirer y, en referencia al lema del PP, «Funciona», afirmó que una ciudad en la que niños duermen rodeados de montañas de basura «no funciona». Joana Lluïsa Mascaró, candidata de la formación de izquierdas al Consell, denunció la incoherencia que supone que Rosa Estaràs pida aire fresco en la institución insular cuando en los últimos cuatro años el PP ha sido el socio de Unió Mallorquina en el Consell. «Si gana Estaràs, necesitaremos toneladas de ambientador», afirmó Mascaró. Acusó además a UM de haber practicado un «clientelismo» nunca visto y aseguró que los representantes del Bloc no están en política «para hacer caja como ellos».

«A los de la guerra de Irak ya los echamos y ahora toca echar a los que hacen la guerra al territorio». Son las palabras de Miquel Angel Llauger, quien también salió el escenario, en su caso en representación de Els Verds. Se mostró convencido de que el Bloc tendrá unos resultados magníficos a la vista de las últimas movilizaciones populares. Joan Lladó, de ERC, también lanzó críticas al actual Govern de Matas, de quien dijo que no ha hecho «política de vivienda», sino que ha hecho «una vivienda de la política». «Somos los campeones del mundo mundial en corrupción y si la legislatura dura un poco más, el PP se habría quedado poco a poco sin alcaldes, todos ellos imputados», aseguró el representante de ERC.