Los sindicatos que forman parte de la mesa negociadora del convenio colectivo del transporte discrecional alertaron ayer de que las posturas entre las fuerzas sindicales y la patronal «están muy alejadas» después de que la noche del martes no se llegara a un acuerdo en el Tribunal d'Arbitratge i Mediació y se suspendiera la negociación hasta el próximo sábado.
Sin embargo los representantes sindicales puntualizaron que, en caso de que haya movilizaciones, «no habrá ningún conflicto en el aeropuerto» de Palma, a diferencia de la «huelga salvaje» de hace cinco años.
El conductor «no es ningún salvaje», de forma que si se mantienen los paros convocados para los días 25 y 26 de mayo y 1, 2 y 3 de junio «no haremos presión en el aeropuerto», pues la protesta «va contra la empresa, no contra el turista», dijo Josep Ripoll.
Por su parte Javier Marín denunció la «desfachatez» con la que la patronal ha enfocado la negociación y apuntó «tenemos bien clarito que no es un arma de campaña electoral», y apuntó que «esperamos que a última hora» no llegue «el político de turno para solucionar los problemas».
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