El presidente del Consell Consultiu, Miguel Coll Carreras, ayer, tras abandonar la reunión. Foto: P.C.

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El presidente del Consell Consultiu, Miguel Coll Carreras, cada vez está más solo. Tras declarar el pasado viernes en calidad de imputado ante el juez instructor del 'caso Andratx', Àlvaro Latorre, dos de sus sus siete compañeros del Consultiu (Carmen Fernández y Juan Oliver Araujo) le pidieron ayer que reconsiderara su postura de negarse a presentar la dimisión o que, en caso contrario, aceptara una suspensión temporal del cargo de presidente que ejerce desde 2003. El veterano jurista rechazó ambas opciones de manera rotunda, según confirmó ayer la secretaria del Consell Consultiu, Carmen Fernández.

«Es una decisión suya, no podemos hacer nada más», declaró Fernández a los medios de comunicación tras la reunión mantenida en la sede del Consultiu, y que se prolongó desde las 10.00 hasta las 15.00 horas. «Hoy no ha habido votación sobre la continuidad del señor Coll, pero dos miembros del Consell Consultiu se mostraron a favor de que dimitiera. Creo que si se fuera, le haría un gran favor a la institución porque estamos quedando muy mal. Somos noticia por cuestiones negativas y eso nos hace mucho daño. Cada vez que salgo y les veo a ustedes, me pongo de los nervios», señaló. Miguel Coll Carreras estuvo presente en la reunión ordinaria celebrada ayer, aunque la abandonó en dos ocasiones. Al mediodía se ausentó y volvió para quedarse hasta el final. Serio, molesto, el veterano jurista menorquín salió mientras Carmen Fernández realizaba las declaraciones. Fiel a su decisión de guardar silencio, se negó a responder a las preguntas. «Ha sido una de las reuniones más tensas que recuerdo en los últimos catorce años», dijo a este diario Juan Oliver Araujo. «Sin hacer un juicio previo del señor Coll, él debería velar por el prestigio de la institución, seriamente dañado en estos momentos, y presentar su dimisión», señaló.